martes, 30 de octubre de 2012

JAPÓN: TOKIO


23 y 25 de septiembre 2012            TOKIO


El día 23 de septiembre llegábamos a Tokio por la mañana temprano. Por suerte, habíamos encontrado a Hadi, un chico iraní de 30 años que vive con su familia (mujer e hijo) en Tokio, y que nos aceptó alojarnos en su casa (couchsurfing). Es una familia muy educada y correcta, y desde el primer momento intentaron hacernos lo más fácil posible una estancia allí. Su casa está un poco alejada del centro, pero con el metro enseguida se llega a cualquier parte.  

No era el mejor día en Tokio, el cielo estaba gris y la lluvia decidió acompañarnos todo el día. Habíamos quedado con Hadi en la estación de Senzoku Ike, de una de las líneas de trenes privadas Tokyu, cercana a su casa. Y por suerte, se presentó con dos grandes paraguas que nos cobijaron de la lluvia. Al llegar a su casa conocimos a Zeinab, su mujer, y Hosein, el pequeño de la casa. Como era muy temprano, nos invitaron a un desayuno iraní, con ellos, que aceptamos de buen gusto. Todo estaba buenísimo: ¡pan recién hecho con mermelada y queso!

Lonja de pescado deTsukiji. Catanas que utiizan para cortar
los enormes pescados.
A pesar de que continuaba lloviendo, enseguida nos pusimos en marcha ya que sólo nos quedaban 3 días y queríamos hacer todas estas cosas: Nikko (1 día entero), ver un combate de sumo, visitar la Bolsa de Tokio y el Museo de la Moneda, visitar la lonja de pescado, caminar por el barrio de electrónica y ver la catedral de Tokio (aconsejada por el tío del Marc).

Decidimos ir primero a informarnos sobre el sumo, ya que sabíamos que  la temporada era en ese momento. Cogimos el metro hasta el estadio Ryogoku Kokugikan. Algunos participantes salían con una especie de kimono la calle, ¡son enormes! Preguntamos en información turística sobre tickets y dónde teníamos que comprarlos, pero habíamos llegado tarde…¡este mismo día se acababa y estaban agotadas las entradas! Nuestra ilusión se marchó en un segundo, nos habíamos quedado sin poder ver en vivo y en directo un combate de sumo.

Como continuaba lloviendo decidimos ir a ver el Museo de la moneda (entrada gratuita). Te muestran gran parte de la historia de la moneda, des de sus inicios siglos atrás hasta la importancia que tiene hoy en día. También había una amplia colección de billetes de todo el mundo. Únicamente echamos en falta alguna explicación más en inglés, ya que la gran mayoría solo estaba en japonés.

Al salir, la lluvia continuaba siendo la protagonista del día, no dejaba tener un ratito de descanso. Además el día comenzaba a refrescar, por lo que decidimos volver a casa de Hadi y tomarnos la tarde de relax. Las horas pasaron muy deprisa, casi no nos dio tiempo de hacer nada. Preguntamos a Hadi si había algún supermercado o restaurante cercano para cenar, pero muy amablemente nos invitaron a sentarnos con ellos a la mesa y disfrutar de una deliciosa cena.

 El siguiente día preferíamos dedicarlo a Nikko, pero esto lo publicaremos en nuestra siguiente entrada.


Lonja del pesacado de Tsukiji.
El día 25 de septiembre era nuestro último día en Japón. Tras la desilusión de no poder ver ningún combate de sumo, pusimos todas nuestras ganas en la lonja de pescado de Tsukiji. Es el mayor mercado de pescado del mundo y dicen que es impresionante ver las subastas al por mayor; para ello se tiene que ir muy temprano, sobre las 4 ó  5 de la madrugada para reservar entrada, ya que el acceso es limitado. Nosotros estuvimos pensando y dándole vueltas a cómo podríamos ir, ya que estábamos en la otra punta de Tokio y los transportes urbanos (metros y autobuses) no funcionan aún. La única manera de ir era cogiendo un taxi, pero es un lujo en Japón, excesivamente caro para podérnoslo permitir. Así que muy a nuestro pesar, decidimos ir temprano en transporte urbano, llegar sobre las 7 ó 8 de la mañana,  y cruzar los dedos para tener suerte y ver, aunque sea un poco, el encanto de la lonja.  Cuando llegamos a la zona de la lonja, nos pusimos a buscar el lugar concreto donde se vende el pescado al por mayor. No es cosa fácil, ya que las calles están llenas de tiendas y restaurantes y abarrotadas de gente. Fuimos a la única “oficina de turismo” de la zona a preguntar donde estaba la lonja, pero sólo conseguimos que nos dieran un mapa con las tiendas de alrededor.
Un ejemplar de atún en la lonja de pescado de Tsukiji.
Cortandolo y movilizándolo entre 3 personas.
 Así que decidimos irnos hacia la zona de almacenes, donde iban y venían todo tipo de “toros” mecánicos con cajas, y…. ¡allí estaba lo que buscábamos! ¡La lonja! Seguramente no es nada en comparación a la madrugada, no había subasta, pero aún quedaban puestos con los pescados vívos, de todo tipo y sobretodo de gran tamaño. Caminamos entre los diferentes puestos con la esperanza de poder ver algún atún gigante como los que habíamos visto en algún documental. Vimos grandes porciones de atún en enormes congeladores, pero ninguno entero.  Caminamos durante un par de horas, y la gran mayoría de puestos comenzaron a recoger. Medio desilusionados empezamos a salir y nos detuvimos a ver cómo bloques gigantes de hielo eran cortados y triturados para su uso. No queríamos darnos por vencidos, y entramos por última vez a la lonja y…. ¡vimos el atún, un gigantesco atún de no se cuantas toneladas! Impresionante, es grandísimo. Pudimos ver como movían el atún entre 4-6 personas y como lo cuartearon. ¡Qué cuchillos utilizaban, eran como catanas enormes! Llegamos a entender que un atún de estos puede llegar a valer 100.000 €… sin palabras.

¡El poder en nuestras manos!
Después de ver esto, nos marchamos contentos por haber conseguido ver lo que queríamos. La siguiente parada era en La Bolsa Nikkei de Tokio (entrada gratis). Hay un pequeño museo que mostraba el inicio de la bolsa con contratos y acciones. Lo más destacado es poder ver las salas que normalmente salen por la televisión. Cuando nosotros estuvimos estaban un poco desiertas porque era la hora de la comida.

Las horas pasaban, y aún nos quedaba ver el barrio de la electrónica y la catedral. Era imposible ver los dos, porque están muy lejos entre ellas y no teníamos tiempo. Finalmente decidimos ir al Barrio de la Electrónica, porque el objetivo de la cámara se nos estaba rompiendo. Ya llevábamos días con dificultades para hacer fotos de calidad y cada vez era peor, así que tendríamos que comprar un objetivo nuevo tarde o temprano, y decidimos mirar precios. El barrio de la electrónica son calles donde se concentrar tiendas con todo tipo de material electrónico, tanto nuevo como de segunda mano y, por lo que se dice, en ocasiones te puedes encontrar verdaderas gangas. Nosotros no supimos encontrarlas… y finalmente nos marchamos con las manos vacías.

Último día en casa de la familia de Hadi.
Ya eran las 19h, y aún teníamos una hora de metro para llegar a casa de Hadi, así que decidimos marchar. Habíamos quedado en que esta noche cocinaríamos nosotros cómo agradecimiento a todo su hospitalidad. Volvimos a repetir nuestros platos estrellas: “pa amb tomàquet” y tortilla de patatas. Y disfrutamos de la última noche en su compañía.

Al día siguiente, madrugamos para ir al aeropuerto y coger el avión hacía nuestro noveno país: Singapur. Además en este trocito del viaje(Singapur y Malasia) nos acompañará Vanessa (mi hermana). 

1 comentario:

  1. fuisteis a la bolsade Tokio??? eso no lo sabía!!
    Estoy a punto de aparecer en vuestra aventura,que ganas de verlo ya colgado!!!
    un besooooo
    Vanessa - alias tu sister! :)

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