viernes, 30 de agosto de 2013

PERÚ: TRUJILLO Y LAGUNA 69

28 al 30 de Julio 2013


TRUJILLO Y LA CORDILLERA BLANCA (LAGUNA 69)

En el CampoSanto de Yungay, con la montaña Huascarán al fondo.

Los primeros días en Perú vinieron caracterizado por las fiestas Patrias, donde celebran la Independencia del país ¿En qué consistían? Es una pregunta que no tenemos la respuesta: no vimos ningún desfile, ningún festival, nada en especial… Solo algunas calles adornadas con guirnaldas, discursos por televisión y tiendas cerradas. Ah! Y el pasaje (ticket) en autobús más del doble de lo normal. Seguramente había alguna cosa, pero nosotros no supimos verlo ni donde informarnos… (Cómo echamos de menos hacer couchsurfing y tener gente que nos explicara la cultura, qué ocurría,… pero teníamos prisa y pensamos que era mejor no hacerlo en estas condiciones).

Catedral y Plaza de Armas de Trujillo.
Nuestro siguiente destino después de ver Chiclayo y sus alrededores era Trujillo. Es una ciudad grande donde se puede notar la huella de la colonización en su arquitectura, sobretodo en su centro antiguo con la Plaza de Armas rodeada por la Catedral del siglo XVIII y otros edificios notables. También es considerada una de las ciudades peruanas más inseguras, aunque nosotros no tuvimos ninguna incidencia.

La Huaca del Sol, al fondo, y las ruinas de la ciudad moche, delante.

Por la mañana temprano, cuando llegamos a la ciudad, nos dirigimos a la plaza de Armas donde se encuentra la oficina de turismo para que nos ayudaran a organizar el día. Queríamos visitar  las famosas ruinas de la Huacas del Sol y de la Luna situada a 10  kilómetros, y después coger un autobús nocturno hacía la Cordillera Blanca (la sierra peruana), concretamente a un pueblo llamado Yungay. Así que con la ayuda de la oficina, preparamos la maratón del día: compramos billete nocturno para el mismo día y nos explicaron cómo ir a las ruinas.

Dibujos del dios de la Montaña de la cultura Moche.
Caminamos hasta una gasolinera, cogimos la combi (furgoneta) de color azul/blanco (1,5 PEN/persona) y llegamos a la Huaca del Sol y la Luna (5PEN/estudiante y 10PEN/adulto). El precio de la entrada incluye la visita con un guía (1 hora de duración), y realmente es muy interesante. Como las ruinas que visitamos en Chiclayo, estas son estructuras precolombinas de la cultura Moche o Mochica (años 200 a 850 d.C). La pirámide de la Huaca del Sol corresponde a un centro político de esta época, pero no es visitable ya que actualmente sigue en estudio por los arqueólogos. La Huaca de la Luna fue el templo mayor y principal del complejo político-ceremonial de la sociedad Moche. Está formado por 5 plantas superpuestas en forma de pirámide truncada.  Las plantas se iban cerrando y construyendo con el tiempo, de forma que solamente existía una única planta hábil: la inferior es la más antigua y la superior la más moderna. A pesar de ser construidos con tochanas de barro y estar muy erosionados con el tiempo, se han conservado dibujos en todas sus paredes. Estos han permitido conocer parte de esta cultura: celebraban sacrificios humanos de guerreros, adoraban a dioses de la naturaleza,… ¡Es increíble que los dibujos se vean tan claros a pesar del tiempo!


Relieves en las paredes de la cara norte de la Huaca de la Luna.
Al acabar de visitarlas, fuimos al centro de la ciudad y caminamos por sus calles hasta que se hizo la hora de coger el autobús hacía Yungay (50 PEN/persona, 12 horas). El viaje fue tranquilo con sus curvas, carreteras sin asfaltar… ah, y un retraso de 3 horas por un corrimiento de tierra que bloqueó la carretera.

Por la mañana despertamos en Yungay. En menos de 12 horas pasamos de nivel del mar a 2458 metros de altura, y eso lo notamos nada más bajar del autobús. Cómo era ya tarde, decidimos tomar este día para habituarnos a la altura y de tranquilidad.

Uno de los relieves de la pared norte de la Huaca de la Luna.
Yungay  es un pueblo muy pequeño, poco turístico y situado muy cerca de la Cordillera Blanca, conocida por sus hermosos paisajes y por poseer montañas muy elevadas, codiciadas por los alpinistas más atrevidos. Este pueblo tiene una historia triste: el 30 de mayo de 1970, tras un terremoto, se desprendió parte de la nieve del monte Huascarán en forma de alud enterrando toda la población; únicamente sobrevivieron algún habitante que pudo refugiarse en lo alto del cementerio.

La montaña Huascarán, al fondo, con la réplica de la catedral.
Campo Santo de Yungay.
Después de encontrar un alojamiento muy muy básico (Hostal Blanco, habitación doble con baño, pero agua fría 20 PEN), decidimos caminar entre los locales por el mercado del pueblo. Muchos de ellos nos aconsejaron ir a visitar el CampoSanto, que corresponde al lugar donde se encontraba el antiguo pueblo antes del alud. Se tiene que pagar una entrada de 2 PEN, pero un señor nos explicó como ir sin pasar por la entrada oficial. Las vistas del valle son hermosas, con el monte Huascarán nevado al fondo y la reproducción de la fachada de la antigua iglesia. Es complicado y estremecedor imaginarse lo que ocurrió… Únicamente queda como restos un trozo de pared de la iglesia y cuatro hierros de un autobús que pasaba por allí. 

El resto de la tarde lo pasamos hablando y comiendo con unos profesores de allí, que nos invitaron a su bodega amablemente. ¡Qué forma tan diferente de ver las cosas…!

Nos fuimos a dormir temprano ya que al día siguiente queríamos subir a la Laguna 69, pero tuvimos la visita de un ratoncito en la habitación y realmente no pudimos dormir mucho. La ruta sería: Yungay a Cebollapampa en combi, y luego 3 horas de caminata hasta la Laguna 69.

Picos de la montaña Huascarán. Paisaje camino a la Laguna 69.
Laguna Llanganuco.
Nos levantamos temprano para coger el primer combi (furgoneta), que supuestamente sale a las 6a.m, dirección Vaquería (15 PEN/persona). Pero como no había personas decidieron que saldrían sobre las 7.30 am. Así que con frío esperamos a que llegara gente… Finalmente aparecieron una pareja de turistas, Min (Corea del Sur) y Chris (Australia), y cogimos juntos un taxi hasta Cebollapampa por el mismo precio que el colectivo (total 60 PEN/trayecto). Sólo hay 27 km, pero como la carretera es sin asfaltar, tardamos casi 1 hora… Antes de llegar a Cebollapampa (es un cámping), pasamos por la laguna Llanganuco, que es visitada por muchos turistas.

Laguna que se encuentra tras la primera subida.
Camino a la Laguna 69.
Nos encontrábamos a 3850 metros de altura y queríamos ascender hasta 4600 m, donde se encuentra la Laguna 69. Solamente es un sendero de 5 km, pero tardamos 3 horas en realizarlos. En resumen el recorrido sería: un tramo plano, después una subida ligera, se pasa una cima encontrando una pequeña laguna, se pasa a otro valle y finalmente se asciende por un sendero empinado que te lleva a la impresionante laguna 69. Por suerte el paisaje es espectacular y hace que la caminata sea amena. Se ven prados, cascadas, montañas nevadas,… y finalmente el nevado Chacraraju y el agua turquesa de la laguna 69 a sus pies. No hay palabras para expresar lo que se siente en medio de esa naturaleza, pero es ¡increible! Para la subida tomamos, por primera vez, caramelos de coca que nos dieron Min y Crhis, y creemos que nos ayudó a que fuera más leve… No sabríamos decir cómo, pero no sentimos tanta dificultad para respirar y nuestro corazón no se puso a cien por hora con el esfuerzo.

Aguas cristalinas de la Laguna 69.
Tras comer con ese paisaje, comenzamos el descenso. Sin darnos cuenta, en menos de dos horas nos encontrábamos en la carretera. El mismo taxista estaba allí esperando y nos bajó hasta Yungay por el mismo precio.

El resto de la tarde pasamos hablando con nuestros nuevos amigos, intercambiando información de países y contándonos anécdotas. Cenamos rápidamente, y tras recoger las mochilas, fuimos a coger el autobús dirección a Lima (40 PEN/persona). 

Laguna 69, a pie del nevado Chacraraju. Increible, ¿no?

jueves, 29 de agosto de 2013

PERU: CHICLAYO

PERÚ

Al Perú, a més de les famoses runes de Machu Picchu, tambè tenen altres runes més antigues.
Huaca Rajada, Sipán.

El Perú fa frontera amb Equador, Colòmbia, Brasil, Bolívia i Chile. Té una gran diversitat de zones: des de deserts costaners fins selva amazònica passant pels cims nevats dels andes.
És hiperconegut per l’imperi inca d’on en destaquen les famosíssimes runes del Machu Picchu. Però històricament el Perú és molt més que els inques, ja que prèviament van existir cultures com els Mochicas (s. I-VI  d.C.) que van revolucionar el món de la ceràmica, ornamentació i teixits; a part de crear piràmides com a monuments funeraris espectaculars. Altres cultures importants preincaiques van ser els Huarís (s. VI-VIII), els chimus (s. VIII-1470). Finalment van arribar els  inques (1470-1533), que amb menys de 100 anys es van convertir en la cultura més coneguda de l’Amèrica llatina.
Machu Picchu, Aguas Calientes.
El país encara es troba inmers en un tercer món immerescut i moltes de les infraestructures són força precàries. Hi ha moltes carreteres sense asfaltar, fins i tot carrers de ciutats importants com Chiclayo o Trujillo, edificis abandonats, molta brutícia...
El mitjà de transport més eficaç, ràpid i econòmic és el bus. Tot allò que es podria dir de dolent sobre les carreteres peruanes millora amb el bon servei dels autobusos. Tot i ser lleugerament més cars que els equatorians, el servei és molt més bo. La majoria de trajectes llargs es poden fer de nit (cosa que permet estalviar una nit d’allotjament) i la majoria dels busos són amb seients molt reclinables o gairebé plans (aquests darrers són més cars). Molts d’ells tenen TV i posen pel·lis.
L’alimentació peruana és molt variada, tot i que a nosaltres ens va agradar més l’equatoriana. Un dels plats típics que es pot provar al nord del país de forma molt econòmica és el cebiche, que pot ser de peix o carn, porta ceba i és picant. Per la resta del país es pot trobar llama, alpaca o cuy (conill d’índies), una mica més cars però assequibles. Una  altra opció econòmica per dinar o sopar són els menús. Es poden trobar per tot arreu (4-12 PEN) i que consten d’un primer (sopa), un segon i, a vegades, la beguda.
Sembla que pregunti: i tu què mires?
Sipán.
La moneda és el Nuevo Sol i, durant la nostra estada, el canvi va estar a 1€ = 3,67 PEN. La diferència horària amb Catalunya és de -7h.
L’aigua de l’aixeta no és bona a gairebé cap lloc directament, s’ha de bullir. Una bona manera de saber si és potable és preguntar als locals què fan amb l’aigua.
Nosaltres vam passar molt fugaçment pel Perú (12 dies) fet que ens impedeix parlar de llocs importants com l’Amazònia o la gorja del Colca, ja que no hi vam anar. El nostre recorregut va començar per la costa (Chiclayo i Trujillo), ens vam endinsar a la Cordillera Blanca, vam tornar a la costa fins a Lima per acabar a la vall sagrada i el famós Machu Picchu.


26 i 27 de Juliol de 2013


CHICLAYO

Una de les relíquies que es poden veure a Sipán és la seva tomba: tot un tresor enterrat!!
Tomba del Senyor de Sipán, Sipán.
Vam entrar al Perú des de Cuenca (Equador) en un bus que va trigar unes 15 hores. El primer que ens va sobtar al creuar la frontera peruana va ser veure com és de desèrtic el nord del país: quilòmetres i quilòmetres de sorra (i brutícia) al costat del mar. També ens va cridar l’atenció que bona part de les cases que vèiem estaven fetes amb totxanes de fang i sostres de xapa.

Al museu hi ha molts dels tresors trobats exposats
 com aquesta màscara felínica propietat del sacerdot guerrer.
Museu de Sipán.
El primer que vam fer en arribar a Chiclayo va ser buscar un allotjament: hostal César (25 PEN regatejant, hab. amb wc, dutxa, tv i wifi). Després de dinar el nostre primer cebiche picant vam agafar el bus cap a Sipán (3 PEN) on hi ha la Huaca Rajada. És el jaciment funerari mochica més important del Perú (3 PEN, estudiant; no estudiant 8 PEN). Consta de diverses piràmides de fang molt erosionades pel temps (tenen més de 1000 anys) que van enterrar el famós senyor de Sipán, les restes del qual estan al Museu Reial de les Tombes de Sipán.
Totes les piràmides d'aquesta època estan fetes de totxos de fang...
Un material poc adequat per aguantar el pas del temps...
Hi ha un museu on es troben les restes del guerrer sacerdot i el senyor guerrer, excavades al 2007. S’hi exposen una gran quantitat d’objectes que es van trobar dins les tombes i que val realment la pena visitar. La visita és autoguiada i dóna accés al lloc arqueològic.
La Huaca Rajada són un grup de piràmides de fang escapçades que van contenir les restes mortals d’un bon grapat de personatges importants de l’època mochi: entre ells el senyor de Sipán, l’antic senyor de  Sipán, guerrers i sacerdots. Aquestes tombes es van trobar gairebé intactes, ja que no van ser saquejades pels antics “huaqueros”, lladres de tombes.
Les tombes contenen una reproducció de com van trobar els esquelets i tot el seu seguici. Es pot passejar per tot el complex i, fins i tot, pujar algun nivell per fora les piràmides.
Aquesta es l'única foto que ens van deixar fer al
Museu del Senyor de Sipán.
Però val realment la pena visitar-lo!!
Per tornar cap a Chiclayo s’ha d’esperar a la carretera que hi ha entre el museu i les piràmides i agafar el primer microbús que passi. Vam arribar a Chiclayo i ja només vam tenir temps de comprar sopar pels voltants del mercat.
Al matí següent vam anar cap a Lambayeque (1,5 PEN) on es troba el museu del senyor de Sipán (entrada gratuïta per festes pàtries). El primer que ens va  sorprendre són les estrictes mesures de seguretat: res de càmeres, ni mòvils, ni motxilles... Ens van explicar que el contingut és tant valuós que, sense fotos, a algú que se li acudeixi robar ho tindrà més difícil.
Piràmide de Túcume.
La veritat és que no ens extranya. La quantitat de reliquies d’or, plata, coure i ceràmica que hi ha és impressionant. Perquè us en feu una idea, el senyor de Sipán tenia 7 nivells de collars superposats, només per la part del pit!! Per nosaltres és 100% recomanable tant per l’exposició en sí com per la informació que hi ha. Ens hi vam estar unes 4 hores, però al final ja anàvem ràpid perquè estàvem una mica cansats.
El temps ha a desfet gran part de les piràmides.
Piràmides de Túcume.
Després d’aquest museu vam anar al museu Bruning (gratis per festes pàtries), més antic que l’anterior, amb una exposició molt més petita sobre una sacerdotissa i altres exposicions en les que la informació destaca per la seva escassetat.
Finalment, i per acabar el  dia de les runes mochiques, ens vam dirigir a Túcume (3 PEN des de Lambayeque). Aquí vam visitar  altres piràmides escapçades (gratis per festes pàtries) i la Huaca Las Balsas.
Per arribar a la zona de les runes s’ha de travessar el poble de Túcume. Primer vam anar a la Huaca Las Balsas, on recentment s’han descobert una sèrie de relleus policròmics a l’adob de les parets. Els relleus tenen diversos significats i estan relacionats amb el mar i els pescadors o els sacerdots.

Relleus fets en el fang de la Huaca Las Balsas, Túcume.
Després ens vam dirigir a les piràmides. Per veure-les millor es pot ascendir a un mirador sobre una muntanya (30 minuts d’ascens) des d’on es pot observar l’extensa explanada i unes dues desenes de huaques (piràmides), moltes de les quals estan sense excavar.

Per tornar a Chiclayo l’únic que s’ha de fer és el recorregut invers, ja que no hi ha connexió directa entre Túcume i Chiclayo, s’ha de passar per nassos per Lambayeque.

miércoles, 28 de agosto de 2013

ECUADOR: CUENCA, INGAPIRCA Y PARQUE NACIONAL CAJAS

23 al 25 de Julio del 2013


CUENCA, INGAPIRCA Y PARQUE NACIONAL CAJAS

Vistas de la Catedral Vieja de Cuenca.

Basílica del Perpetuo Socorro, Cuenca.

A la mañana siguiente, tras la borrachera del mal de altura, Marc se encontraba mejor y decidimos marchar a Cuenca, la última ciudad que visitaríamos en Ecuador. Desayunamos con Marcelo y nos llevó a la terminal de autobuses donde compramos el billete (Riobamba-Cuenca  6 USD/persona y 6 h de trayecto).

Cuenca es la tercera ciudad más grande de Ecuador. Habíamos escuchado que tiene un encanto especial, y que muchos viajeros la comparan con Quito por sus edificios y calles coloniales. ¿Sería así?

Llegamos por la tarde, y aprovechamos a pedir información en la oficina de turismo de la terminal. ¡Impresionante!, su eficacia y organización… todas nuestras dudas sobre transportes y lugares fueron resultas en pocos minutos. Cogimos el autobús para ir al centro (0,25 USD/persona) y nos dirigimos a la zapatería de Mario y Patricio, nuestro couchsurfers en esta ciudad. Son una pareja simpática, con un humor muy especial… ¡en ocasiones nos costaba saber si hablaban en serio o en broma! En cuanto cerraron su tienda, marchamos para casa y nos dieron la bienvenida con una riquísima cena y entretenida charla sobre viajes.

El día siguiente, nos levantamos temprano para coger el autobús de las 9 a.m que sale desde la terminal de Cuenca a Ingapirca (2,5 USD/persona,2 h). Es una tranquila aldea indígena donde se encuentra una de las mejores ruinas de la época cañari e inca (S.X-XV) conservadas del Ecuador. La entrada a las ruina (6 USD/personas y 3 USD/estudiantes) incluye un guía que realiza una breve descripción de todos los monumentos de piedra que podemos observar allí: una tumba funeraria de una sacerdotisa, piedras donde molían el maíz para hacer la chicha, los calendarios lunares, un reloj lunar, diferentes vestíbulos y habitaciones y el templo del sol. ¡Interesante! Y mucho más didáctico que viéndolo por libre. Explicó que inicialmente las ruinas pertenecieron a la época cañari, caracterizado por adorar al dios luna y a la plata, y se pueden ver algunas características en el templo del sol (puertas/ventanas con ángulos de 90º); después fueron invadidas por la cultura inca, caracterizada por adorar al dios sol y al oro, y se puede observar este cambio también en el templo del sol, ya que algunas puertas y ventanas son de forma trapezoidal. Todo fue realizado con piedra volcánica y no se utilizó ningún tipo de cemento para unirlas entre sí. Aún existen algunas zonas que se desconoce su significado o función. 





Templo del Sol, ruinas de Ingapirca.

Cara del Inca, en las ruinas de Ingapirca.


Pudimos disfrutar de estas ruinas con una pareja de profesores gerundenses… Como quedó un poco de tiempo antes de coger el autobús de vuelta (sólo había uno a las 13h), fuimos a ver la Cara del Inca, unos metros más alejada. Mientras caminamos juntos, compartimos consejos de viajes y nos dieron ideas para un futuro.



Al llegar a Cuenca aún nos quedaban unas pocas horas de sol y decidimos aprovechar para pasear por sus calles y visitar el Museo del Banco Central (entrada gratuita). Cuenca tiene muchos pasajes y callejones estrechos, con estructuras coloniales,.. pero no nos gustó tanto como Quito. En el museo hay varias exposiciones: la de la moneda, las diferentes etnias que conviven en el país, de arte y pintura, de música,… que son interesantes. También tiene una parte externa con diferentes secciones: restos de ruinas incas, un bonito parque verde y un parque con pájaros de la región (loros, tucanes, aves rapaces,…). Recomendable. 
Llegamos cansados a casa, donde esta noche preparamos nosotros la cena a nuestros anfitriones.

No tuvimos un bonito día: cielo tapado, niebla y frío... Pero si nos gustó así, ¿cómo hubiera sido con sol?
Parque Nacional Cajas.


El día 25 de Julio fue nuestro último día en Ecuador, el país que gratamente nos había sorprendido… Por la mañana, fuimos a la Feria Libre, a coger el único autobús que lleva hasta el Parque Nacional Cajas (entrada gratuita): autobús de la cooperativa Occidental (1,5 USD/persona, 1 hora). Hay pocos horarios de ida y es importante llegar temprano si se quiere  realizar algún sendero de 2-3 horas, ya que a partir de las 3 pm la niebla cubre el valle totalmente.

Parque Nacional Cajas.
Al bajar del autobús nos dimos cuenta que conocíamos la otra pareja que también había bajado: Loli y Daniel, una pareja aventurera andaluza. Nos habíamos conocido días antes en el volcán Chimborazo. Los cuatro nos registramos en la oficina y nos dieron un mapa con rutas. No era buen día, porque todo estaba cubierto de niebla, pero nos aconsejaron un sendero (numero 1,  unas 2 horas) en el que tendríamos posibilidad de ver lagos y valles. Es sencillo y sin dificultad, aunque la altura se deja notar en las subiditas… Observamos lagos, ríos, valles con vegetación baja, cactus y árboles de papel... y también alguna llama se dejó ver. Los colores estaban en parte apagados por la ausencia de rayos del sol, aunque a pesar de esto, el paisaje era espectacular.

Pasamos una agradable mañana con Loli y Daniel, nuestros futuros vecinos...
Parque Nacional Cajas.

Compartimos toda la mañana con ellos e incluso volvimos juntos a Cuenca haciendo dedo. Una ranchera nos recogió a los cuatro y nos llevaron hasta la ciudad donde nos separamos. Ellos marchaban a ver unos pueblos indígenas de los alrededores y nosotros aprovechamos para conocer mejor las calles de Cuenca. ¿Nos volveríamos a ver? Quién sabe, el mundo es demasiado pequeño...


Pasamos la tarde caminando sin rumbo por Cuenca, viendo sus edificios y su cantidad de Iglesias... Llegó el momento de despedirnos de nuestros anfitriones; Mario y Patricio, y también del Ecuador. Esa noche cogimos el autobús que nos llevaría hasta Perú, concretamente Chiclayo (20 USD/persona).


Al inicio o final de nuestra caminata por la ruta 1, en el Parque Nacional Cajas.

martes, 27 de agosto de 2013

EQUADOR: TENA I VOLCÀ CHIMBORAZO

20 al 22 de Juliol de 2013


TENA i RIOBAMBA (VOLCÀ CHIMBORAZO)

A la porta d'entrada de la selva amazònica a l'Equador.
Comunitat indígena de Misahuallí.

El dia 20 vam agafar un bus pel matí de Baños a Tena (4 USD, 3,5 hores). Vam arribar a Tena cap a les 2 de la tarda i ja ens esperava a l’estació la Tània, la nostra CS. Allí ens va explicar el pla que tenia per nosaltres: ja que no ens podia allotjar a casa seva ens allotjaria en una comunitat indígena a prop de Puerto Misahuallí i, al dia següent, ens vindria a buscar i passaríem el dia amb ella a Tena. Semblava un pla genial, i ho va ser.

La Tania ens va permetre conèixer a
una comunitat indígena i a la seva familia.
Gràcies per tot!!

La Tània ens va presentar el seu xofer particular, en Don Rodrigo, amb qui vam anar amb el cotxe fins Puerto Misahuallí, a una mitja hora. Allí vam agafar una barqueta fins a la comunitat indígena. La raó per la que ens podíem quedar de franc a la comunitat és que la Tània és la gerent d’una empresa pública de turisme comunitari i ens ho va arreglar per poder estar allí.

Boníssim!!
Maito de Tilapia.


Un cop a la comunitat la Tània ens va convidar a dinar i les senyores indígenes en van preparar un maito de tilapia (peix embolicat en fulles amb una mica de sal i cuinat al foc) que estava boníssim.

A la tarda la Tània va marxar i ens vam quedar a la comunitat on vam participar en alguna de les activitats que oferien als turistes que hi arribaven. Ens vam apuntar amb un grup (gratis) que va veure una dansa tradicional i després els van explicar el significat d’una roca que ells consideraven sagrada.

Pedra sagrada de la comunitat indígena de Misahuallí.
La comunitat és portada bàsicament per les dones mentre els homes treballen a Puerto Misahualli fent altres tasques.

Al vespre vam anar fins Puerto Misahualli caminant, ja que hi ha un accés a través d’un pont que al migdia estava tallat per tasques de manteniment. Més que un poble és com una aldea amb quatre carrers i llocs per menjar i agències de viatges per fer excursions per la jungla. Vam menjar alguna coseta i vam tornar a la comunitat.

A la nit vam sortir amb les nostres llanternes i vam buscar fauna pels voltants, ja que ens trobàvem a les portes de la conca amazònica equatoriana. Els resultats no es van fer esperar: formigues talladores de fulles, taràntules, llangardaixos, granotes, cuques, erugues... Tot un espectacle nocturn.



L’endemà, en Don Rodrigo i la Tània ens van venir a buscar al matí i vam anar al mercat de Tena. La Tània ens va convidar a dinar a casa dels seus sogres, que eren indígenes. Al mercat vam comprar els ingredients pel dinar; bé, la Tània els va comprar, perquè no hi va haver manera que ens deixés pagar res.

Preparant el maito de pollastre,
els chantacuros (cucs gegants) i  el madur (plàtan).

Un cop a casa vam degustar un altre maito (aquest cop de pollastre) també deliciós i plàtan fregit amb formatge. També vam tastar la famosa chicha de yuca equatoriana, una beguda feta de yuca bullida i fermentada que té un cert gust a iogurt natural. Per acabar, ens van oferir chantacuros o mayón, és a dir, cucs gegants fregits. Per ells és una delícia i se’ls mengen com si res (també diuen que té propietats medicinals), però per nosaltres amb un n’hi va haver prou pels dos.

Vam probar un d'aquests cucs a la brasa...
Dificil d'explicar el gust...!!

La Tània ens va oferir la possibilitat de tenir una immersió indígena autèntica, cosa que li agraïm profundament i, sense poder allotjar-nos a casa seva va buscar la manera d’allotjar-nos totalment gratis. És una couch realment excepcional.
Després de dinar vam anar a l’hostal on ens vam allotjar aquella nit (gratis) gràcies als contactes de la Tània i vam aprofitar per fer feina amb l’ordinador i parlar amb la família.
Al vespre vam tornar a quedar amb la Tània i vam anar a sopar plegats, on finalment va acceptar que la convidéssim, però només es va prendre un gelat... Després de sopar ens vàrem acomiadar de la Tània amb abraçades i vam tornar a l’hostal ben d’hora.

Ens havíem de llevar a les 3 de la matinada per anar a la terminal de busos per agafar el bus de les 4 per anar a Riobamba (6 USD, 5 hores).

Vam arribar a Riobamba a les 09:00 del matí i vam anar directament a casa d’en Marcelo, el cunyat d’en Juan (el nostre couch a Quito). Quan ens vam conèixer a Quito de seguida ens va dir que si volíem anar al volcà Chimborazo (la muntanya més alta de l’Equador amb 6310 metres d’alçada i el punt més allunyat del centre de la Terra) anéssim a casa seva a Riobamba on seríem molt ben rebuts. Amb nosaltres no es juga i... Dit i fet!!

Vam trobar aquestes vicunyes mentre ascendiem al volcà Chimborazo.
En Marcelo ens va rebre amb els braços oberts i ens va convidar a esmorzar un magnífic ceviche de chochos, un plat tradicional deliciós de Riobamba que porta tomàquet, carn, tramussos (chochos), ceba i salsa. Res a veure amb els ceviches del Perú com comprovaríem més endavant.

Després d’esmorzar ens va acompanyar a la terminal de busos on vam comprar el bitllet en direcció a Guaranda (2,1 USD, 1,5 hores) que ens va deixar a les portes del Parc Nacional Chimborazo. També vam aprofitar per preguntar sobre els busos a Cuenca, la nostra propera parada.

Això va ser el màxim que  vam poder veure del volcà més alt d'Equador,
el volcà Chimborazo.
A l’entrada del parc ens vam registrar (ens van dir que si volíem fer cim necessitàvem un guia, però no era el nostre cas) i vam començar a caminar. L’entrada es troba a 4300 metres sobre el nivell del mar i, el primer refugi a 8 km d’allí i a 4800 metres. Només baixar de l’autobús ja vam notar l’alçada i que ens costava més respirar, sobretot a mi (Marc). Hi ha l’opció de fer dit per pujar aquests 8km, però en aquesta ocasió no vam tenir sort.

Vam arribar al refugi en un parell d’hores totalment esgotats. La manca d’oxigen em va fer força estralls i ja començava a notar un cert malestar. 

Al refugi ens vam trobar un guia que ens va animar a pujar al segon refugi, que només es troba a 1km del primer i 200 metres d’alçada més. Ens va dir que es podia fer en 15 minuts, però ja veuríem quan trigaríem nosaltres...

L'ascens més alt de la nostra vida...
Segon refugi del volcà Chimborazo, a 5000 metres d'açada.

L’esforç va ser titànic, no podia fer més de 10 passes sense aturar-me totalment ofegat. La manca d’oxigen m’ho va posar realment difícil, no tant a la Raquel que, aquest cop, era ella la que m’havia d’esperar a mi. Finalment vam arribar al refugi en més de mitja hora amb la satisfacció dels deures fets, però cada cop trobant-me pitjor. Estàvem a 5000 metres i havíem superat un desnivell de 700 metres en alçada alpínica en un mica més de dues hores...

Finalment vam poder veure uns instants el cim del Chimborazo.
El descens fins la carretera va ser molt més ràpid, en 1,5 hores, ja que és tot baixada i és molt fàcil agafar dreceres que no es veuen a l’ascens. En arribar a la carretera només havíem d’esperar el primer bus que passés de Guaranda direcció Riobamba. En aquells moments ja em trobava realment malament, el mal d’alçada m’havia atrapat amb força. Mentre esperàvem vam fer dit i un noi amb bona ànima ens va baixar fins Riobamba.

En teoria volíem marxar a Cuenca aquella mateixa matinada amb el bus de les 05:30, però el meu cap no m’ho va permetre i ens vam quedar a dormir a casa d’en Marcelo. No vaig ni sopar, em vaig ficar directament al llit, gairebé no podia ni obrir els ulls del mal de cap. I és que és una bogeria passar de  pocs metres d’alçada (Tena) a 5000 en un sol dia, no ho proveu. Un bon remei pel soroche (mal d’alçada) és la coca en infusió o caramels, però no en teníem.


Al cap d’unes 3 o 4 hores ja hem trobava millor, però ni pensaments de sopar o marxar. Mentre jo em recuperava, la Raquel va estar sopant i xerrant amb en Marcelo i Will (un bon amic d’ell). Vam estar amb ells un parell d’hores més compartint converses i cançons (són uns grans cantants!!) i finalment vam anar tots al llit. L’endemà, ja marxaríem a Cuenca.



Aquí us deixem un repertori dels animals que vam veure a la comunitat de Misahualli.