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miércoles, 11 de septiembre de 2013

PERU: MACHU PICCHU

Del 4 al 6 de Agosto del 2013


MACHU PICCHU

Y no nos defraudó...
Las impresionantes vistas de las ruinas incas, Machu Picchu.

Perú lo recorrimos corriendo, pero dedicamos tiempo para ir a “la ciudad perdida” inca, Machu Picchu. Existen varias maneras para llegar a Aguas Calientes, el pueblo de Machu Picchu: tren, automóvil, pie o combinación de las dos últimas. Todo depende de la comodidad, del dinero que quieras o puedas gastarte y la motivación.
Sendero a pie, siguiendo las vías del tren,
de Hidroelectrica a Aguas Calientes.
A PIE: hay varios senderos que se pueden realizar, pero siempre con guía. Uno de los más  famosos es el Camino Inca Es uno de los antiguos senderos trazados por los incas. Solo son 43 km, pero suele realizarse en 3-4 días, ya que se pasa por tres pasos de montaña. Hay que reservarlo con antelación, y el precio varía según la demanda (temporada) y las agencias. Nosotros no nos informamos sobre los precios, ya que en esta ocasión lo consideremos fuera de nuestro alcance (tanto por el tiempo como por el dinero).
EN TREN: Existen pasajes (billetes) desde diferentes puntos: Cusco, Ollantaytambo o Hidroeléctrica. Los precios para los turistas (los locales tienen precios más normales) son carísimos, si se piensa en los kilómetros recorridos y en el país en el que estamos. Algunos de los precios que pudimos informarnos son los siguientes: de Cusco a Aguas Calientes desde 82 USD/por trayecto; de Ollantaytambo a Aguas Calientes desde 70 USD (o 55 USD/trayecto si se coge ida y vuelta); de Hidroeléctrica a Aguas Calientes desde 15 USD/trayecto. Como entenderéis tampoco no fue nuestra opción.
COMBINACIÓN AUTOMÓVIL-TREN O AUTOMÓVIL-PIE: Es la opción más económica, y la más utilizada por los mochileros. Consiste en coger un transporte desde Cusco a Hidroeléctrica y luego hacer el último tramo (11-12 kilómetros) de Hidroeléctrica a Aguas Calientes en tren o bien a pie, siguiendo las vías del tren (sendero totalmente plano, sin desniveles).
En la cima de la montaña se encuentra Machu Picchu.
Paisajes entre Hidroeléctrica-Aguas Calientes.
El transporte hasta Hidroeléctrica puede ser público: cogiendo un autobús de Cusco a Santa María y, desde allí, un colectivo (taxi compartido) hasta Santa Rosa, y otro más, de Santa Rosa a Hidroeléctrica (o bien en ocasiones es posible coger un solo colectivo de Santa María a Hidroeléctrica). El precio final dependerá sobretodo del número de personas que seáis en el colectivo y vuestra astucia para regatear con el conductor. Generalmente el precio total (autobús + colectivo) ronda los 30-40 soles/persona (por trayecto).   O bien se puede contratar el transporte de Cusco a Hidroeléctrica en algunas agencias de viajes por un precio final 75-80 soles/persona/ida y vuelta.  Nosotros cogimos esta última opción porque nos parecía más cómoda (no teníamos que cambiar de auto, ni buscar a otros turistas para el colectivo) y el precio es el mismo.
Plaza de Armas del pueblo de Machu Picchu, Aguas Calientes.
La carretera está asfaltada hasta Santa María, pero el resto consiste en una carretera sin asfaltar y estrecha con barrancos pronunciados. Emocionante y precioso paisaje. La duración del trayecto Cusco-Hidroeléctrica, sin descanso, suele ser de 6-7 horas, así que pensar que se dedica todo el día.
Una vez en la Hidroeléctrica (simplemente una estación de tren en medio de la nada), está la opción de coger el tren de las 16 h (15 USD y 10-15 min) o bien caminar 12 kilómetros hasta Aguas Calientes. Nosotros hicimos la última opción: únicamente hay que seguir las vías del tren, así que no tiene pérdida. El camino es totalmente plano, a excepción de un pequeño ascenso que se encuentra en los primero 500 metros, y sin ninguna dificultad a pesar de encontrarse a 2000 metros de altura.
Las entradas para el Machu Picchu se pueden comprar en la oficina del Instituto Nacional de Cultura en Cusco o bien en una oficina de Aguas Calientes. Normalmente la compra se aconseja hacerla con antelación, pero sino también es posible comprarla el día previo en Aguas Calientes. El precio es de 128 soles/adulto (mitad de precio si eres estudiante y tiene el carnet internacional). También se puede comprar la entrada combinada con el ascenso a la montaña MachuPicchu (146 soles) o con el ascenso a la montaña WaynaPicchu (152  soles), pero generalmente se agotan y hay que cogerlas como mínimo con 10 días de antelación.
Las vistas desde la casa del Guardia son tan espectaculares que hicimos más de cien fotos (sin exagerar...)
Y lo último que hay que saber es cómo se puede ir al Machu Picchu desde Aguas Calientes. Hay dos formas, la cómoda, en autobús (9 USD/persona/trayecto, 15 min) o bien a pie (2 km, pero con un desnivel de unos 400m). Nosotros elegimos a pie y tardamos alrededor de una hora. El ascenso es a través una escalera que cruza la zigzagueante carretera, y es agotador, pero la satisfacción al llegar arriba compensa todo el esfuerzo. 
Una de las puertas de entrada al Templo del Sol, Machu Picchu.

Nosotros escogimos la opción de transporte de Cusco a Hidroeléctrica con una agencia de viajes, y lo reservamos el día de antes. También compramos pan y queso para hacernos bocatas tanto para el trayecto como para comer allí, porque nos habían avisado que los precios de la comida son desorbitados en Aguas Calientes.
A las 7.30 am, tenía que salir nuestra furgoneta, pero no partió hasta una hora más tarde. El camino fue tal y como nos esperábamos: pasos de montañas, todo verde y picos nevados. ¡Vistas preciosas! Y carretera malísima sin asfaltar. Finalmente a las 16h llegábamos a la Hidroeléctrica.
Tras 7 horas de estar sentado, llegó el momento de coger las mochilas (unas pequeñas, las grandes las habíamos dejado en el hotel de Cusco) y nos pusimos a caminar. No éramos los únicos, muchos habían optado por esta opción también. El camino es sencillo, sólo hay que seguir las vías del tren. Siempre hay un camino lateral, así que no hay que ir por las vías (las cuales están en uso). El camino es bonito: naturaleza 100%. Pero nosotros no le paramos mucha atención, ya que llovía y no queríamos que se nos hiciera de noche.
Vistas de Machu Picchu desde los pies de la montaña Wayna Picchu.
A las 18h llegamos al pueblo de MachuPicchu, Aguas Calientes. Y la única pregunta que nos hacíamos era la siguiente ¿qué hace un pueblo en medio de la nada y que solo se puede acceder en él en tren o caminando?
Las tres portadas, Machu Picchu.
Fuimos a la oficina de compra de tickets situada en la Plaza y compramos sin problemas la entrada sencilla para el día siguiente (aunque si mirabas la fecha ponía que era para dentro de una semana).  Después nos pusimos a buscar alojamiento. El pueblo está lleno de hoteles, hostales, pensiones y restaurantes dirigidos al turista. La relación calidad-precio es inexistente, no tiene ninguna coherencia si lo comparas con el tipo de alojamiento que se encuentra en el resto del país. Tras buscar y rebuscar, finalmente nos alojamos en el Hostal El Mirador (50 soles/habitación doble con baño, agua caliente y wifi), ya que fue el más barato que encontramos. Cenamos y nos fuimos a dormir muy temprano: el día siguiente sería el gran día.
Tuvimos un día soleado...
Nos levantamos a las 4.30 am de la madrugada, cogimos el abrigo (hacía frío) y la mochila y salimos a la calle. Había tanta gente que no nos hizo falta encender nuestras linternas a pesar de ser de noche. Llegamos de los primero al puente (lo abren a las 5 am), el primer punto de control de entradas (piden que muestres tu identificación) y punto donde comienza el ascenso. Y comenzamos nuestro primer esfuerzo físico, subir al MachuPicchu. Fueron 50 minutos intensos, de escaleras y más escaleras ¿no se acabarían nunca? Pero valió la pena, llegamos de los 50 primeros (justo con el primer autobús) y nos pusimos a la cola, a esperar los 10 minutos que quedaban para que abrieran las puertas. Algunos guías pasaron a preguntarnos si queríamos sus servicios junto a otros turistas (precio ronda unos 20 soles/persona en un grupo de 10-20 personas), pero no nos interesaba.
Casas donde guardaban los alimentos.
Depósitos Qolqas, Machu Picchu.
Abrieron las puertas a las 6 am, cogimos un mapa para asegurarnos de ver todo, y nos dirigimos a la Casa del Guardia para hacer la foto de las ruinas con el WaynaPicchu de fondo sin ninguna alma. No sabíamos si el hecho de haber visto más ruinas y maravillas del mundo durante los últimos 12 meses haría que nos desilusionara, pero no fue así. ¡Espectaculares vistas… nos quedamos sin palabras! Hicimos millones de fotos de lo mismo desde diferentes ángulos y vimos como en minutos la gente inundaba las ruinas… Pasamos todo el día allí, yendo a todas las partes posibles para visitar (Puerta del Sol, Puente del Inca, los sectores agrícolas, y la ciudad Inca con sus templos) e intentamos escuchar las máximas explicaciones posibles que daban los guías sobre los lugares. Estábamos contentos de haber decidido ir, realmente vale la pena. Pero nuestra única queja es que nos parece una vergüenza que unas ruinas como éstas y declaradas Patrimonio de la Humanidad no tengan ninguna explicación, a no ser que pagues a un guía. 


¡Hasta las llamas van a visitar estas ruinas!
Llamas pasturando tranquilamente en el sector agrícola de Machu Picchu.
Terminamos sobre las 11.30 de la mañana, pero como habíamos cogido el transporte de vuelta para el día siguiente, decidimos quedarnos sentados admirando las ruinas y tomando el sol, esperando a que la gente se marchara para hacer nuevamente fotos. A las 17h, estábamos de vuelta a Aguas Calientes, cansados y con ganas de tomar una ducha, cenar e irnos a dormir.

A pesar de los años, algunas casas conservan sus paredes y ventanas.
Únicamente falta el techo porque se supone que era de hierba y madera.
El último día fue de día de viaje. Nos levantamos, desayunamos en el mercado central de Aguas Calientes y nos pusimos a caminar tranquilamente de vuelta a Hidroeléctrica. El sol nos acompañó todo el rato, permitiendo disfrutar de la naturaleza que nos envolvía. Al llegar a Hidroeléctrica esperamos a nuestra furgoneta. Fue un poco lío, porque muchas personas no sabíamos donde teníamos que montarnos, y solamente un chico era quien se encargaba de organizar y decirte donde ibas. Lioso, pero finalmente todo salió bien. Durante el trayecto de vuelta, conocimos a Sarah, una chica aventurera neo zelandesa, con la que pasamos todo el viaje hablando. Llegamos a Cuzco a las  20.45h. Fuimos rápidamente a buscar nuestras mochilas y nos dirigimos a la terminal de autobuses. Encontramos billete a Copacabana (50 soles/persona), Bolivia, para esa misma noche, así que nos despedimos de Perú.

Machu Picchu significa "montaña vieja".
Vistas del Machu Picchu, con la montaña Wayna Picchu de fondo, desde la Puerta del Sol.

martes, 10 de septiembre de 2013

PERÚ: LIMA I CUSCO

Del 31 de Julio al 03 de Agosto del 2013


LIMA I CUSCO

Al centre de la ciutat vella de Lima hi trobem la Plaça d'Armes. 

Si sempre hem dit que els nostres couch són genials, en John i la seva família, a Lima, no van ser una excepció. Vam arribar a la capital peruana a les 05:30 del matí. En John ens va dir que el truquéssim només arribar i així ho vam fer. Ens va dir que en una estona ens venia a recollir i ens portava a casa. Però com que ell treballa, va venir amb el seu oncle que va ser qui ens va portar a casa.

la millor manera de beure la bellesa de Lima és perdre-s'hi pels carrers.
Església del Sagrat Cor de la Recoleta, a la plaça França.
Un cop allí vam conèixer en Eduardo, un altre couch mexicà un pèl estrany i pesat (no tots els couch poden ser igual de bons!!) que portava una setmana a casa d’en John. També vàrem conèixer els pares d’en John, que no ens van deixar marxar a veure la ciutat sense haver-nos preparat l’esmorzar prèviament.!!

Viuen a prop de l’aeroport i, per anar al centre, s’hi ha d’anar en bus (1,5 PEN). Lima és una ciutat enorme amb gairebé 8 milions d’habitants, però els seus atractius històrics i culturals es poden veure en unes poques hores. El centre històric gira entorn de la Plaça d’Armes, on es troba el Palau de l’Arquebisbe, la Catedral (30 PEN, no hi vam entrar) i el Palau de Govern, que realitza el canvi de guàrdia cada dia a les 12 del migdia. Nosaltres hi vam assistir i ens va sorprendre gratament ja que hi participen un bon grapat d’uniformats i una banda de música
.
La Catedral de Lima es troba a la plaça d'Armes.
La resta de llocs visitables són museus i esglésies antigues. Entre elles en destaquem l’església de La Merced, la del Sagrat Cor de la Recoleta, i el monestir de San Francisco.

També vam anar a veure el museu de la santa Inquisició (gratis) on un guia ens va acompanyar per un recorregut per les antigues dependències dels tribunals d’aquesta institució. És una visita interessant i amena, ja que, a part de les explicacions, hi ha força panells informatius i es passa per sales de tortura i antigues cel·les.

El Circuito Mágico del Agua es  troba al llibre dels guinness,
per ser el més gran del món.
Al vespre vam quedar amb en John per sopar plegats i fer alguna cosa. Li vam proposar d’anar a veure el  Circuito Mágico del Agua (4 PEN). És un recinte que conté més de 20 fonts d’aigua que funcionen simultàniament. És el més gran del món de la seva categoria. Durant el dia (fins les 16:00) és gratuït, però després s’ha de pagar una entrada. La raó és que les fonts s’iluminen i hi ha un espectacle de llums, vídeos (principalment danses del Perú projectades en una cortina d’aigua) i música. A pesar d’haver-ne vist d’altres (Hong Kong, Singapur...) hem de reconèixer que ens va agradar. I el fet d’anar-hi amb en John encara va ser millor, ja que ens anava explicant coses dels balls que anàvem veient.




L’endemà al matí no vam poder marxar de casa fins haver pres el corresponent esmorzar que ens van preparar els pares d’en John. Érem com els nens mimats de la casa!! En Jesús, el seu cunyat, ens va tornar a portar fins al centre (portàvem les motxilles ja que ens acomiadàvem de Lima). Vam marxar amb la sensació de no voler fer-ho.


Plaça de San Martin, Lima.

Vam estar caminant per la ciutat fent temps esperant per agafar el bus cap a Cuzco (80 PEN, el més barat que vam trobar després de preguntar en moltes empreses, unes 22 hores de viatge). També vam aprofitar el temps per fer algunes compres... Bitllets i monedes antigues a la plaça França.

El trajecte Lima – Cuzco passa per carreteres que estan a gran alçada i amb moltes corbes. Nosaltres no vam tenir cap problema (per sort), però gairebé tots els passatgers de l’autobús van tenir vòmits i marejos (per sort donaven bossetes... Quin fàstic!!).

Vam  arribar a Cuzco a les 6 de la tarda, temps per buscar algun allotjament i poc més. En realitat havíem quedat amb en Harí, un couch de Cuzco que no ens podia allotjar però ens podia ajudar a planificar el nostre viatge a Machu Picchu. O això pensàvem... Ell treballa en una agència de viatges, així que  sembla la persona més adequada per ajudar. Vam quedar amb ell i ens va donar consells per visitar Cuzco i ens va oferir la possibilitat d’utilitzar els serveis de la seva empresa per anar a les runes inques. Ens va dir que ell tenia el preu més barat i que ho feia per ajudar. Va resultar mentida, ja que era el més car i, quan ho vam saber i vam voler parlar amb ell, simplement no es va presentar ni ens va respondre al correu. Un mal representant de couch surfing!!

En totes les ciutats del Perú hi ha una Plaça d'Armes, i Cusco no és una excepció...
Plaça d'Armes de Cusco, amb la Catedral i l'església de la Companyia Jesús. 
A Cuzco hi ha força coses interessants per veure o fer, però en general són molt cares. Hi ha un tiquet turístic (70 PEN) que et permet visitar jaciments arqueològics dels voltants com Saqsaywamán i Tanbomachay. Com que era car per nosaltres i, a més, aniríem segur a Machu Picchu (que és el jaciment més important) vam decidir no veure-ho. Però hi ha altres coses per veure a Cuzco que són gratis i que es poden fer per lliure. Al centre es troba la Plaça d’Armes on hi ha la Catedral i la capella de la Companyia de Jesús.

Vistes de Cusco des del cim on es troba el Cristo Blanco.
Nosaltres vam dedicar més d’un matí en visitar els afores de Cuzco, però si el viatger té pressa, és perfectament prescindible. Des del centre vam pujar fins al Cristo Blanco des d’on hi ha unes vistes de la ciutat. A la dreta (mirant a la ciutat) hi ha les runes inques de Saqsaywamán (de pagament). A l’esquerra surt una carretera que porta (a banda esquerra) fins la zona X. Un altre jaciment inca del que només hi queda un mur i unes petites grutes  naturals laberíntiques (no interessant). Seguint la carretera pocs km amunt s’arriba a Pukapukara, les runes gratuïtes més interessants de Cuzco. Compte! A pocs metres es troba Tambomachay, que són de pagament, i a vegades els guàrdies passen per Pukapukara i demanen el tiquet.


Runes Puka Pukara, als voltants de Cusco.


Per acabar, de tornada a Cuzco, vam passar pel temple de la Lluna. Una roca enorme que té una excavació amb un petit “temple” on entren els rajos de llum les nits de lluna plena. Hi ha grabada una serp i un puma (nosaltres només vam veure la serp i perquè ens la van  ensenyar...). Just davant de la gran roca hi ha les bases d’unes parets que antigament eren cases.

Encara de camí a Cuzco i, per casualitat (vam tornar camp a través per escurçar), vam trobar unes altres runes que, suposadament, eren el Temple dels Micos (no en tenim cap informació, és el que ens van dir).

Restes del temple de La Luna.
De Cuzco a Tambomachay (el punt més llunyat) hi ha 8 km. Una opció és agafar una combi fins allí i anar tornant o fer-ho tot a peu  com nosaltres. El millor és anar a turisme i demanar  que t’indiquin com arribar a aquests llocs.

L'endemà marxàvem cap a Machu Picchu. Ens agradaria??

viernes, 30 de agosto de 2013

PERÚ: TRUJILLO Y LAGUNA 69

28 al 30 de Julio 2013


TRUJILLO Y LA CORDILLERA BLANCA (LAGUNA 69)

En el CampoSanto de Yungay, con la montaña Huascarán al fondo.

Los primeros días en Perú vinieron caracterizado por las fiestas Patrias, donde celebran la Independencia del país ¿En qué consistían? Es una pregunta que no tenemos la respuesta: no vimos ningún desfile, ningún festival, nada en especial… Solo algunas calles adornadas con guirnaldas, discursos por televisión y tiendas cerradas. Ah! Y el pasaje (ticket) en autobús más del doble de lo normal. Seguramente había alguna cosa, pero nosotros no supimos verlo ni donde informarnos… (Cómo echamos de menos hacer couchsurfing y tener gente que nos explicara la cultura, qué ocurría,… pero teníamos prisa y pensamos que era mejor no hacerlo en estas condiciones).

Catedral y Plaza de Armas de Trujillo.
Nuestro siguiente destino después de ver Chiclayo y sus alrededores era Trujillo. Es una ciudad grande donde se puede notar la huella de la colonización en su arquitectura, sobretodo en su centro antiguo con la Plaza de Armas rodeada por la Catedral del siglo XVIII y otros edificios notables. También es considerada una de las ciudades peruanas más inseguras, aunque nosotros no tuvimos ninguna incidencia.

La Huaca del Sol, al fondo, y las ruinas de la ciudad moche, delante.

Por la mañana temprano, cuando llegamos a la ciudad, nos dirigimos a la plaza de Armas donde se encuentra la oficina de turismo para que nos ayudaran a organizar el día. Queríamos visitar  las famosas ruinas de la Huacas del Sol y de la Luna situada a 10  kilómetros, y después coger un autobús nocturno hacía la Cordillera Blanca (la sierra peruana), concretamente a un pueblo llamado Yungay. Así que con la ayuda de la oficina, preparamos la maratón del día: compramos billete nocturno para el mismo día y nos explicaron cómo ir a las ruinas.

Dibujos del dios de la Montaña de la cultura Moche.
Caminamos hasta una gasolinera, cogimos la combi (furgoneta) de color azul/blanco (1,5 PEN/persona) y llegamos a la Huaca del Sol y la Luna (5PEN/estudiante y 10PEN/adulto). El precio de la entrada incluye la visita con un guía (1 hora de duración), y realmente es muy interesante. Como las ruinas que visitamos en Chiclayo, estas son estructuras precolombinas de la cultura Moche o Mochica (años 200 a 850 d.C). La pirámide de la Huaca del Sol corresponde a un centro político de esta época, pero no es visitable ya que actualmente sigue en estudio por los arqueólogos. La Huaca de la Luna fue el templo mayor y principal del complejo político-ceremonial de la sociedad Moche. Está formado por 5 plantas superpuestas en forma de pirámide truncada.  Las plantas se iban cerrando y construyendo con el tiempo, de forma que solamente existía una única planta hábil: la inferior es la más antigua y la superior la más moderna. A pesar de ser construidos con tochanas de barro y estar muy erosionados con el tiempo, se han conservado dibujos en todas sus paredes. Estos han permitido conocer parte de esta cultura: celebraban sacrificios humanos de guerreros, adoraban a dioses de la naturaleza,… ¡Es increíble que los dibujos se vean tan claros a pesar del tiempo!


Relieves en las paredes de la cara norte de la Huaca de la Luna.
Al acabar de visitarlas, fuimos al centro de la ciudad y caminamos por sus calles hasta que se hizo la hora de coger el autobús hacía Yungay (50 PEN/persona, 12 horas). El viaje fue tranquilo con sus curvas, carreteras sin asfaltar… ah, y un retraso de 3 horas por un corrimiento de tierra que bloqueó la carretera.

Por la mañana despertamos en Yungay. En menos de 12 horas pasamos de nivel del mar a 2458 metros de altura, y eso lo notamos nada más bajar del autobús. Cómo era ya tarde, decidimos tomar este día para habituarnos a la altura y de tranquilidad.

Uno de los relieves de la pared norte de la Huaca de la Luna.
Yungay  es un pueblo muy pequeño, poco turístico y situado muy cerca de la Cordillera Blanca, conocida por sus hermosos paisajes y por poseer montañas muy elevadas, codiciadas por los alpinistas más atrevidos. Este pueblo tiene una historia triste: el 30 de mayo de 1970, tras un terremoto, se desprendió parte de la nieve del monte Huascarán en forma de alud enterrando toda la población; únicamente sobrevivieron algún habitante que pudo refugiarse en lo alto del cementerio.

La montaña Huascarán, al fondo, con la réplica de la catedral.
Campo Santo de Yungay.
Después de encontrar un alojamiento muy muy básico (Hostal Blanco, habitación doble con baño, pero agua fría 20 PEN), decidimos caminar entre los locales por el mercado del pueblo. Muchos de ellos nos aconsejaron ir a visitar el CampoSanto, que corresponde al lugar donde se encontraba el antiguo pueblo antes del alud. Se tiene que pagar una entrada de 2 PEN, pero un señor nos explicó como ir sin pasar por la entrada oficial. Las vistas del valle son hermosas, con el monte Huascarán nevado al fondo y la reproducción de la fachada de la antigua iglesia. Es complicado y estremecedor imaginarse lo que ocurrió… Únicamente queda como restos un trozo de pared de la iglesia y cuatro hierros de un autobús que pasaba por allí. 

El resto de la tarde lo pasamos hablando y comiendo con unos profesores de allí, que nos invitaron a su bodega amablemente. ¡Qué forma tan diferente de ver las cosas…!

Nos fuimos a dormir temprano ya que al día siguiente queríamos subir a la Laguna 69, pero tuvimos la visita de un ratoncito en la habitación y realmente no pudimos dormir mucho. La ruta sería: Yungay a Cebollapampa en combi, y luego 3 horas de caminata hasta la Laguna 69.

Picos de la montaña Huascarán. Paisaje camino a la Laguna 69.
Laguna Llanganuco.
Nos levantamos temprano para coger el primer combi (furgoneta), que supuestamente sale a las 6a.m, dirección Vaquería (15 PEN/persona). Pero como no había personas decidieron que saldrían sobre las 7.30 am. Así que con frío esperamos a que llegara gente… Finalmente aparecieron una pareja de turistas, Min (Corea del Sur) y Chris (Australia), y cogimos juntos un taxi hasta Cebollapampa por el mismo precio que el colectivo (total 60 PEN/trayecto). Sólo hay 27 km, pero como la carretera es sin asfaltar, tardamos casi 1 hora… Antes de llegar a Cebollapampa (es un cámping), pasamos por la laguna Llanganuco, que es visitada por muchos turistas.

Laguna que se encuentra tras la primera subida.
Camino a la Laguna 69.
Nos encontrábamos a 3850 metros de altura y queríamos ascender hasta 4600 m, donde se encuentra la Laguna 69. Solamente es un sendero de 5 km, pero tardamos 3 horas en realizarlos. En resumen el recorrido sería: un tramo plano, después una subida ligera, se pasa una cima encontrando una pequeña laguna, se pasa a otro valle y finalmente se asciende por un sendero empinado que te lleva a la impresionante laguna 69. Por suerte el paisaje es espectacular y hace que la caminata sea amena. Se ven prados, cascadas, montañas nevadas,… y finalmente el nevado Chacraraju y el agua turquesa de la laguna 69 a sus pies. No hay palabras para expresar lo que se siente en medio de esa naturaleza, pero es ¡increible! Para la subida tomamos, por primera vez, caramelos de coca que nos dieron Min y Crhis, y creemos que nos ayudó a que fuera más leve… No sabríamos decir cómo, pero no sentimos tanta dificultad para respirar y nuestro corazón no se puso a cien por hora con el esfuerzo.

Aguas cristalinas de la Laguna 69.
Tras comer con ese paisaje, comenzamos el descenso. Sin darnos cuenta, en menos de dos horas nos encontrábamos en la carretera. El mismo taxista estaba allí esperando y nos bajó hasta Yungay por el mismo precio.

El resto de la tarde pasamos hablando con nuestros nuevos amigos, intercambiando información de países y contándonos anécdotas. Cenamos rápidamente, y tras recoger las mochilas, fuimos a coger el autobús dirección a Lima (40 PEN/persona). 

Laguna 69, a pie del nevado Chacraraju. Increible, ¿no?

jueves, 29 de agosto de 2013

PERU: CHICLAYO

PERÚ

Al Perú, a més de les famoses runes de Machu Picchu, tambè tenen altres runes més antigues.
Huaca Rajada, Sipán.

El Perú fa frontera amb Equador, Colòmbia, Brasil, Bolívia i Chile. Té una gran diversitat de zones: des de deserts costaners fins selva amazònica passant pels cims nevats dels andes.
És hiperconegut per l’imperi inca d’on en destaquen les famosíssimes runes del Machu Picchu. Però històricament el Perú és molt més que els inques, ja que prèviament van existir cultures com els Mochicas (s. I-VI  d.C.) que van revolucionar el món de la ceràmica, ornamentació i teixits; a part de crear piràmides com a monuments funeraris espectaculars. Altres cultures importants preincaiques van ser els Huarís (s. VI-VIII), els chimus (s. VIII-1470). Finalment van arribar els  inques (1470-1533), que amb menys de 100 anys es van convertir en la cultura més coneguda de l’Amèrica llatina.
Machu Picchu, Aguas Calientes.
El país encara es troba inmers en un tercer món immerescut i moltes de les infraestructures són força precàries. Hi ha moltes carreteres sense asfaltar, fins i tot carrers de ciutats importants com Chiclayo o Trujillo, edificis abandonats, molta brutícia...
El mitjà de transport més eficaç, ràpid i econòmic és el bus. Tot allò que es podria dir de dolent sobre les carreteres peruanes millora amb el bon servei dels autobusos. Tot i ser lleugerament més cars que els equatorians, el servei és molt més bo. La majoria de trajectes llargs es poden fer de nit (cosa que permet estalviar una nit d’allotjament) i la majoria dels busos són amb seients molt reclinables o gairebé plans (aquests darrers són més cars). Molts d’ells tenen TV i posen pel·lis.
L’alimentació peruana és molt variada, tot i que a nosaltres ens va agradar més l’equatoriana. Un dels plats típics que es pot provar al nord del país de forma molt econòmica és el cebiche, que pot ser de peix o carn, porta ceba i és picant. Per la resta del país es pot trobar llama, alpaca o cuy (conill d’índies), una mica més cars però assequibles. Una  altra opció econòmica per dinar o sopar són els menús. Es poden trobar per tot arreu (4-12 PEN) i que consten d’un primer (sopa), un segon i, a vegades, la beguda.
Sembla que pregunti: i tu què mires?
Sipán.
La moneda és el Nuevo Sol i, durant la nostra estada, el canvi va estar a 1€ = 3,67 PEN. La diferència horària amb Catalunya és de -7h.
L’aigua de l’aixeta no és bona a gairebé cap lloc directament, s’ha de bullir. Una bona manera de saber si és potable és preguntar als locals què fan amb l’aigua.
Nosaltres vam passar molt fugaçment pel Perú (12 dies) fet que ens impedeix parlar de llocs importants com l’Amazònia o la gorja del Colca, ja que no hi vam anar. El nostre recorregut va començar per la costa (Chiclayo i Trujillo), ens vam endinsar a la Cordillera Blanca, vam tornar a la costa fins a Lima per acabar a la vall sagrada i el famós Machu Picchu.


26 i 27 de Juliol de 2013


CHICLAYO

Una de les relíquies que es poden veure a Sipán és la seva tomba: tot un tresor enterrat!!
Tomba del Senyor de Sipán, Sipán.
Vam entrar al Perú des de Cuenca (Equador) en un bus que va trigar unes 15 hores. El primer que ens va sobtar al creuar la frontera peruana va ser veure com és de desèrtic el nord del país: quilòmetres i quilòmetres de sorra (i brutícia) al costat del mar. També ens va cridar l’atenció que bona part de les cases que vèiem estaven fetes amb totxanes de fang i sostres de xapa.

Al museu hi ha molts dels tresors trobats exposats
 com aquesta màscara felínica propietat del sacerdot guerrer.
Museu de Sipán.
El primer que vam fer en arribar a Chiclayo va ser buscar un allotjament: hostal César (25 PEN regatejant, hab. amb wc, dutxa, tv i wifi). Després de dinar el nostre primer cebiche picant vam agafar el bus cap a Sipán (3 PEN) on hi ha la Huaca Rajada. És el jaciment funerari mochica més important del Perú (3 PEN, estudiant; no estudiant 8 PEN). Consta de diverses piràmides de fang molt erosionades pel temps (tenen més de 1000 anys) que van enterrar el famós senyor de Sipán, les restes del qual estan al Museu Reial de les Tombes de Sipán.
Totes les piràmides d'aquesta època estan fetes de totxos de fang...
Un material poc adequat per aguantar el pas del temps...
Hi ha un museu on es troben les restes del guerrer sacerdot i el senyor guerrer, excavades al 2007. S’hi exposen una gran quantitat d’objectes que es van trobar dins les tombes i que val realment la pena visitar. La visita és autoguiada i dóna accés al lloc arqueològic.
La Huaca Rajada són un grup de piràmides de fang escapçades que van contenir les restes mortals d’un bon grapat de personatges importants de l’època mochi: entre ells el senyor de Sipán, l’antic senyor de  Sipán, guerrers i sacerdots. Aquestes tombes es van trobar gairebé intactes, ja que no van ser saquejades pels antics “huaqueros”, lladres de tombes.
Les tombes contenen una reproducció de com van trobar els esquelets i tot el seu seguici. Es pot passejar per tot el complex i, fins i tot, pujar algun nivell per fora les piràmides.
Aquesta es l'única foto que ens van deixar fer al
Museu del Senyor de Sipán.
Però val realment la pena visitar-lo!!
Per tornar cap a Chiclayo s’ha d’esperar a la carretera que hi ha entre el museu i les piràmides i agafar el primer microbús que passi. Vam arribar a Chiclayo i ja només vam tenir temps de comprar sopar pels voltants del mercat.
Al matí següent vam anar cap a Lambayeque (1,5 PEN) on es troba el museu del senyor de Sipán (entrada gratuïta per festes pàtries). El primer que ens va  sorprendre són les estrictes mesures de seguretat: res de càmeres, ni mòvils, ni motxilles... Ens van explicar que el contingut és tant valuós que, sense fotos, a algú que se li acudeixi robar ho tindrà més difícil.
Piràmide de Túcume.
La veritat és que no ens extranya. La quantitat de reliquies d’or, plata, coure i ceràmica que hi ha és impressionant. Perquè us en feu una idea, el senyor de Sipán tenia 7 nivells de collars superposats, només per la part del pit!! Per nosaltres és 100% recomanable tant per l’exposició en sí com per la informació que hi ha. Ens hi vam estar unes 4 hores, però al final ja anàvem ràpid perquè estàvem una mica cansats.
El temps ha a desfet gran part de les piràmides.
Piràmides de Túcume.
Després d’aquest museu vam anar al museu Bruning (gratis per festes pàtries), més antic que l’anterior, amb una exposició molt més petita sobre una sacerdotissa i altres exposicions en les que la informació destaca per la seva escassetat.
Finalment, i per acabar el  dia de les runes mochiques, ens vam dirigir a Túcume (3 PEN des de Lambayeque). Aquí vam visitar  altres piràmides escapçades (gratis per festes pàtries) i la Huaca Las Balsas.
Per arribar a la zona de les runes s’ha de travessar el poble de Túcume. Primer vam anar a la Huaca Las Balsas, on recentment s’han descobert una sèrie de relleus policròmics a l’adob de les parets. Els relleus tenen diversos significats i estan relacionats amb el mar i els pescadors o els sacerdots.

Relleus fets en el fang de la Huaca Las Balsas, Túcume.
Després ens vam dirigir a les piràmides. Per veure-les millor es pot ascendir a un mirador sobre una muntanya (30 minuts d’ascens) des d’on es pot observar l’extensa explanada i unes dues desenes de huaques (piràmides), moltes de les quals estan sense excavar.

Per tornar a Chiclayo l’únic que s’ha de fer és el recorregut invers, ja que no hi ha connexió directa entre Túcume i Chiclayo, s’ha de passar per nassos per Lambayeque.