9 de septiembre 2012 MIYAJIMA
El día siguiente, tal y cómo
habíamos planeado, fuimos a la isla de Miyajima. Se trata de una pequeña isla
declarada Patrimonio Mundial por la Unesco; sobre todo es conocida por su santuario
Itsukushima-jinja, que parece flotar en el mar cuando la marea es alta, y su
puerta, la torii, de color rojizo situado en la parte más adentro del mar es
una de las imágenes más fotografiadas de Japón.
Miyajima. Saludando a unos simpáticos "bambies". |
Tan sólo llegar a la isla nos
encontramos un montón de simpáticos ciervos alrededor del puerto y las calles
de comercios, y no hay ningún problema para tocarlos. ¡Ellos sólo buscan algo
para comer! Se comen lo que sea, incluso llegamos verlos comer cartones y
plástico.
Llegando a la cima del monte Misen. |
En el ascenso conocimos una
chica de Madrid. Aunque en Japón hay muchos turistas, incluido españoles, siempre es agradable hablar y compartir
momentos con otras personas. Estuvimos explicando los sitios que habíamos
visitado y sobretodo de lo carísimo que es este país hasta la cima. Una vez
allí nos separamos porque ella tenía que volver a Osaka esa misma tarde.
Vistas desde la cima del monte Misen. |
Existe un camino alternativo
para bajar la cima que te llevan a ver otros templos/santuarios antes de llegar
a la calle principal. La idea inicial era bajar por este, pero cómo era casi la
hora para hacer la foto a la torii, decidimos descender por el mismo camino que
habíamos subido. Llegamos a tiempo, pero la verdad, es que no hay mucha
diferencia a la mañana: la marea estaba más alta y dejaba ver el templo flotando
y la torii estaba más hundida…
Torii flotante del santuario Itsukushima-jinja. |
Era ya media tarde, y nuestros
estómagos nos recordaron la hora. Buscamos por la calles comerciales algo que
comer; pero o era excesivamente caro o muchos restaurantes ya estaban cerrados,
así que decidimos que este día sólo haríamos una comida, la cena.
Figuritas simpáticas del templo Daisho-in. |
En nuestro hostal y también en
turismo, nos comentaron que esa noche en el templo Daisho-in había un festival.
Comenzaba a las 18h, así que decidimos ir con tiempo. La isla estaba quedándose
poco a poco vacía, sin turistas,
restaurantes cerrados, desértica… Habían colocado velas acompañando el
camino al templo, y ya estaba preparado un pequeño escenario y sillas a su
alrededor. Pudimos contemplar el templo sin nadie, con el sonido de fondo de
los grillos y el canto de pájaros. Se hizo de noche y no empezaba nada. Preguntamos
por si se había cambiado la hora y hacernos una idea de quedarnos o marchar, ya
que el último ferry era a las 20:15h. El espectáculo comenzó a las 19h
finalmente. No entendimos nada de los comentarios o la letra de la música porque era todo en japonés, pero el festival se llamaba "Candle Light Festival for World Peace" y era muy emotivo. Sólo pudimos escuchar dos actuaciones, una canción tocada con un
instrumento similar a la guitarra pero mucho más pequeño, y la representación
muy emotiva de una canción por dos mujeres. Es difícil transmitir cómo nos
sentimos, estábamos en medio de la noche, en una pequeña isla de Japón,
escuchando cantar o tocar una
canción….¡Nos sentimos muy afortunados de poder estar allí!
Nos tuvimos que marchar muy
pronto, antes de lo que nos hubiera gustado, para poder coger el último ferry.
Una vez camino de vuelta, nuestros
estómagos volvieron a recordarnos que aún no habíamos comido. En cuánto
llegamos, fuimos a comprar al supermercado y nos marchamos al hostal a cenar
tranquilamente.
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