CAMBOYA
Camboya es uno de los tres países que formaban anteriormente el estado Indochino. El principal atractivo de este país son los templos jemeres, y entre ellos el más conocido es Angkor Wat. De su gente se dice son personas que siempre están sonrientes y felices.
Como en todo país del sureste asiático el regateo está en la orden del día. Para comprar cualquier ropa, alimento o artículo, se tendrá que jugar a su juego y buscar un precio justo tanto para ti como para el vendedor. Esto en ocasiones es muy complicado porque el valor de las cosas es muy diferente del mundo occidental, pero nunca se tiene que perder la sonrisa ya que todo es un juego, y comprar o no dependerá finalmente de habilidad y tu interés. Es importante preguntar solamente si uno tiene interés en comprar porque si no te quedarás estancado con ellos, ya que lo querrán vender… y en su cultura no se entiende que uno pregunte por curiosidad.
Angkor wat. |
Su moneda es el riel (KHR), y el cambio actual es 1€ = 5040 KHR, pero aunque es la moneda oficial también convive con los billetes de dólores americanos. Además, los cajeros (ATM) solo dispensan dólares americanos, y en la gran mayoría de lugares (restaurantes, hoteles, supermercados,…) los precios están en dólares, eso si, como únicamente utilizan los billetes (no monedas) el cambio lo devuelven en rieles. Es un poco lío, porque se tiene que pensar en dólares y rieles a la vez. El cambio del dólar lo hemos obtenido a 1€ = 1,26 $.
Para nosotros, ésta es la segunda vez que viajamos a Camboya. La primera vez que estuvimos fue hace unos 4 años y únicamente visitamos Seam Reap dos días para ver Angkor Wat. Esta vez queríamos explorar más ciudades de este país, pero lo que era seguro es que queríamos volver a estar en los templos de Angkor (sobretodo Marc que está enamorado de ellos). La realidad, es que ¡ha valido la pena repetir!
14 de octubre 2012 PHNOM PENH
Tras pasar la noche en el aeropuerto lo más cómodos que pudimos, a las 6 am nuestro avión despegaba de Singapur para llevarnos a Camboya, concretamente a su capital, Phnom Penh. El día previo, corriendo, hicimos peticiones de couchsurfing, y tuvimos suerte porque rápidamente unos franceses nos respondieron aceptándonos, pero llegábamos muy temprano, sobre las 8am, y todo era muy precipitado, además estábamos tan cansados que decidimos alojarnos en una guesthouse y quedar con ellos a la tarde para conocerles.
Jardines del Wat Phon o templo de la colina. |
El aeropuerto de Phnom Penh se encuentra a 7 km del centro, y no existe transporte público, la única forma para llegar o salir de él es en taxi (9 $) o en tuk-tuk (7$). Carísimo para el país, pero no te dan alternativas… Así que cogimos el tuk-tuk que nos llevó hasta nuestra guesthouse, Pompvmea Thmey guesthouse (6 € hab. doble con baño).
Después de descansar, ducharnos y cambiarnos de ropa, decidimos ir a ver los 3-4 sitios destacados de su capital y buscar el autobús para el día siguiente. Empezamos visitando los más alejados y poco a poco nos fuimos acercando a nuestro alojamiento. Andamos hasta una colina donde se encuentra el Wat Phnom o templo de la colina (1$), muy venerado por los camboyanos, al que encomiendan su suerte. Está rodeado de un parque con árboles, y muchos camboyanos hacen la siesta en sus bancos con sombra. Nos llamó la atención una serpiente gigante echa de cañas, seguido de un gran reloj floral. En su interior hay cuatro estatuas de Buda, pero nosotros únicamente lo vimos por fuera.
Museo Nacional de Camboya. |
Continuamos por el Museo Nacional de Camboya (3$), su edificio destaca entre las casas bajas de la capital. Muestra el arte jemer y es donde se encuentra algunas de las esculturas de la época de Angkor.
Nuestra intención era seguir por el Palacio Imperial y la pagoda de plata, pero no entramos porque no íbamos vestidos de forma adecuada (no se puede llevar pantalones cortes ni camiseta de tirantes) y además solo estaba abierta la Pagoda de Plata este día. Así que decidimos dejarlo para otra ocasión, ya que seguramente volveríamos a Phnom Penh para realizar el visado de Vietnam.
Monumento de la Indepencia. |
Teníamos que darnos prisa si queríamos ver el Museo de Tuol Sleng situado en la parte sur de la capital. Quedaba poco tiempo de luz del día, pero los grandes edificios de un templo (que no logramos saber como se llama) llamaron nuestra atención y nos detuvimos en él. Parecía que estaban celebrando algo, ya que el interior de uno de sus templos estaba lleno de pétalos de flor por el suelo, y enseguida unos niños se pusieron a tirárnoslos por encima. Estuvimos un rato jugando con ellos, no paraban de posar para que les hiciéramos fotos y cuando las veían se ponían a reír.
Uno de los templos que nos encontramos paseando por las calles de Phnom Penh. |
Museo de Tuol Sleng. |
Volvimos a nuestra guesthouse e intentamos ponernos en contacto con los chicos de couchsourfing que nos habían aceptado, para agradecerles sus buenas intenciones y explicarles que habíamos decidido marchar al día siguiente, pero que si querían podíamos quedar para conocernos y cenar. Pero no pudo ser…
Valoramos las posibilidades que teníamos y decidimos que al día siguiente marchábamos para Battambang. Salimos en búsqueda de algún restaurante local para cenar. Como la mayoría de países que hemos viajado hasta ahora, cuando anochece la calle queda muerta, quedando solo abiertos unos pocos restaurantes, sobretodo en la zona guiri (cerca del río). Nosotros nos quedamos en un restaurante local donde cenamos arroz con carne y arroz con unas deliciosas gambas.
Ah! Se nos olvidaba, como anécdota contar que delante de nuestra guesthouse había una carpa blanca montada, con mesas vestidas de rojo, gente bien vestida y en todo momento comiendo… A nosotros nos parecía una celebración y nos recordó a una boda. Suerte que preguntamos qué era en nuestro alojamiento, porque nuestra sospecha era totalmente incorrecta, era una celebración, pero no una boda, se trataba de un entierro. Allí cuando alguien fallece se realiza una celebración alegre con desayuno, comida y cena donde se despiden del alma de la persona. Una forma muy diferente a como nosotros vivimos un fallecimiento ¿no os parece? Pero creemos que nos gusta más la forma de ellos…
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