1 al 4 de Mayo 2013
CARNARVON NATIONAL PARK Y TAMBORINE NATIONAL PARK
A pesar de haber visto mucha naturaleza en Australia durante estos 3 meses, aún nos sorprende gratamente. Tamborine National Park. |
Después de nuestra escapada a Fiji y
Vanuatu, llegamos a nuestra Australia el día
30 de Abril por la noche. Habíamos alquilado un coche para primera hora
de la mañana del día siguiente en el mismo aeropuerto, así que pasamos la noche
allí. Tanto la terminal de domésticos como la internacional de Brisbane tiene
abierto 24h y poseen asientos y sofás, para pasar cómodamente la noche.
Tras unas horas de sueño reconciliador, cogimos el coche con el que iríamos a visitar unos cuántos parques nacionales situados en los “alrededores” de Brisbane los siguientes días. Nos indicaron una forma sencilla y muy fácil de salir del aeropuerto sin pagar peajes. Teóricamente deberíamos de haber encontrado mucho tráfico, pero es que en Australia no hay colas y colas para moverse en las ciudades como por ejemplo Barcelona… ¡¡únicamente con un poco de movimiento estos australianos se estresan!! Fuimos a casa Pesca, nuestros últimos couchsurfers, para coger la ropa de invierno que habíamos dejado allí. Pudimos ver a unos cuántos de la pandilla, pero fue imposible ver a Jordi… así que quedamos con ellos de volver al cabo de 2 días, antes de marchar hacia los parques nacionales del sur de Brisbane.
A la izquierda, la entrada al amphitheatre. A la derecha, lugar por donde entra la luz en su interior. El Amphitheatre, Carnarvon Gorge. |
Uno de los pasos para cruzar el río en el sendero principal de Carnarvon Gorge. |
Nos levantamos con la salida del sol, y
tras desayunar nos dirigimos al parque, a la parte más accesible de él, la
popular Carnarvon Gorge. Desde allí
parte un desfiladero de 30 km de
longitud y 200 metros de altura. Recorrer parte de él se convierte en toda una emocionante excursión. Además cada
persona puede hacer este recorrido a su medida y decidir qué desvíos descubrir. Nosotros decidimos ir parándonos en
cada uno de los desvíos a medida que los encontrábamos ya que íbamos muy justos
de tiempo, y no sabíamos si tendríamos suficiente tiempo para verlo todo (22
km, unas 8 horas ida y vuelta). La caminata transcurre entre las dos altísimas
paredes del desfiladero, que poco a poco, se van estrechando. Casi todo el
trayecto transcurre paralelo a un río, que en varías ocasiones se tiene que
cruzar. La vegetación es espectacular, desde helechos reales a pinos
australianos, eucaliptos rosados o palmeras gigantes. El desvío del Moss Garden
te adentra a un bosque húmedo donde todo está cubierto de una capa verde de
musgo, tanto árboles como rocas. También se puede ver una pequeña caída de
agua. Nuestro siguiente desvío fue al Amphiatre. Este camino te lleva al
interior de una brecha de una de las paredes, donde se ha formado un pequeño
habitáculo en el que entran los rayos
del sol.
Art Gallery es una roca completamente llena de pinturas rupestres como estas. Carnarvon Gorge. |
En el Art Gallery pudimos ver una amplia muestra de pinturas rupestres
de los aborígenes y conocer parte de su significado. Los siguientes últimos dos
desvíos, la Cathedral cave y Boowinda gorge, (si no es que quieras seguir
por el sendero de largo recorrido) se
encuentran un poco más alejados pero vale mucho la pena llegar hasta el último.
Nosotros sólo pudimos verlos de forma muy muy
rápida porque no teníamos suficiente tiempo para volver antes de
anochecer. La Cathedral cave también posee pinturas rupestres, pero no tan
interesantes como las del Art Gallery. En cambio,
sólo pudimos ver los primeros metros de la Boowinda Gorge donde otro pequeño
desvío, a tan solo 80 metros de Cathedral cave, conduce a otro pequeño
desfiladero donde las paredes se juntan y dan lugar a una pequeña Petra en
Australia. Nuestro consejo, si es
posible ir primero hasta la Boowinda Gorge o incluso un mirador que hay un poco
más alejado (no recordamos el nombre) y
volver parándose en los desvíos
de vuelta para que no os perdáis lo que pensamos que es lo mejor de este
desfiladero.
Volvimos muy muy deprisa, pero pudimos
pararnos a ver un simpático y atrevido equidna que buscaba hormigas para comer
al lado del camino.
Una de las paredes de la garganta, en el Carnarvon Gorge. |
Empezaba a anochecer, pero antes de
marchar del parque, decidimos ir a la Rock Pool. Una pequeña piscina natural
habitada por ornitorrincos; nuestro último animalito exótico que se nos
resistía verlo en libertad. Estuvimos sentados y en silencio, vigilando cada
centímetro del estanque, hasta que se hizo negra noche. Y decepcionados, ya que
solo conseguimos ver unas tortugas, marchamos del parque nacional.
Hicimos pocos kilómetros en la oscuridad,
únicamente buscamos un área de descanso donde poder pasar la noche.
Entrada a la Boowinda Gorge. Carnarvon Gorge. |
El siguiente día, tras unas 7 horas de
conducir por las aburridas carreteras de Australia, volvíamos a estar en
Brisbane. Nos paramos en el centro Walkabout Creek (6,4 AUD/persona) del
Aguilar Range National Park, situado a unos 10 km del centro de la ciudad. Se
trata de un pequeño centro donde se pueden ver canguros, aves, wombats,
reptiles y, lo más importante para nosotros, ¡¡un ornitorrinco!! La entrada se
paga en el mostrador del centro de visitantes, pero pensamos que también es
posible entrar sin pagar. De esta forma finalmente pudimos ver este animalito
tan y tan curioso con pico y patas de pato, piel de mamífero (con pelo) que
nace de un huevo pero son mamíferos, es decir, las crías maman y tienen una urpa
venenosa en las patas. Era divertido, no paraba quieto en el agua, no sabemos
si buscaba comida o si bien estaba jugando porque en ocasiones se ponía a hacer
malabares con un palo.
Tras nuestra misión cumplida, volvimos a
Casa Pesca donde pasamos toda la tarde hablando con toda la pandilla, aunque
sobretodo con Jordi.
Los siguientes parques nacionales que
queríamos ver se encuentran al sur de Brisbane. Nos hacía ilusión encontrarnos
con una compañera de universidad de Raquel,
Sara, que casualidades de la vida se encuentra trabajando en la zona de
Gold Coast. ¡Un plan perfecto!, por el día veríamos los parques y por la tarde
y noche estaríamos con Sara y su familia (Burguer, su marido, y Jon, su hijo de
1 año).
Una cascada en el mismo pueblo. Curtis Fall. Tamborine National Park. |
La mañana del sábado día 4, nos
despedimos para siempre de casa Pesca y nos dirigimos al Tamborine National
Park. En él se encuentra un pueblo, desde donde salen
cortos senderos que te llevan a ver diferentes caídas de agua. En el
centro de información nos comunicaron que había varias zonas de los trekkings
cerrados a causa del temporal de lluvia que hubo en enero, así que tuvimos que
adaptarnos un poco a las opciones. Dejamos
el coche en el parking de información y decidimos ir caminando a las rutas.
Primero realizamos la Witches Falls, donde pasamos sin darnos cuenta por el
sendero cerrado. Te lleva por un bosque altísimo, con frondosa vegetación,
helechos e higueras estranguladoras que abrazan y quitan la vida a enormes
árboles. La cascada no está mal, pero el sendero nos pareció muchísimo más espectacular.
Tras comer, decidimos quemar las calorías caminando por el rainforest y
disfrutando de sus vistas. También pudimos
ver enanísimos wallabies. Para
acabar fuimos a ver la catarata de detrás de la iglesia del pueblo, las Curtis
Falls. Pasamos de andar por la calle a
sumergirnos en un frondoso bosque que nos llevó a una bonita caída de agua.
Aquí se puede ver como la higuera abraza a un árbol. Higuera estranguladora. Tamborine National Park. |
El sol comenzaba a bajar, así que
decidimos irnos hacía casa de Sara por la carretera de la costa. Pudimos ver
los edificios altos e iluminados de Surfers Paradise… Nunca hemos estado en
Benidorm, pero pensamos que seguramente es muy similar a lo que vimos aquí…
Llegamos a casa de Sara sin perdernos y justo cuando ellos también llegaban.
¡Cuánto tiempo sin vernos! ¡Quién nos diría que nos volveríamos a ver en la
otra punta del mundo! Enseguida nos hicieron sentir como en casa y en familia.
Y pasamos toda la cena y noche hablando, poniéndonos al día.
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