8 y 9 de Junio 2013
CABO REINGA, BAY OF
ISLANDS Y WHANGAREI
Ruta
realizada:
08/06/2013: Del cámping DOC Ratae North Side a la península
de KariKari, en una zona de descanso antes de llegar a la SH10: 344 km.
09/06/2013: Del
área de descanso en la península Karikari a Onehunga (Auckland): 390km
¿A quién veis? Buscar entre los granos de arena... Te Paki Giant Sands Dunas. |
Vistas del mar de Tasmania desde el Cabo Reinga. |
A pesar
de que Cabo Reinga había peligrado ir en varias ocasiones a lo largo de nuestro
viaje en Nueva Zelanda, por fin nos
encontrábamos en las puertas. Queríamos poder visitarlo sin masas de personas,
por este motivo madrugamos bastante. Decidimos ir primero al punto más norte,
al faro, y de vuelta ir parando. La carretera es pesada, con curvas, subidas y
bajadas. El paisaje es monótono, montañas de prados, aunque cuando se está
llegando se cambia por un bosque de kauris. Otra opción es ir por la 90 Miles
Beach, en la cara oeste del Cabo Reinga. Está permitido conducir en ella, toda
recta, sin curvas ni desnivel. ¡Se permite ir hasta 100 km/h! Increible…
Aire y frío en la punta norte de Nueva Zelanda. Faro del Cabo Reinga. |
Fuimos los primero en llegar, el aparcamiento estaba vacío,
¡teníamos el faro para nosotros! Hicimos el pequeño sendero hacia el faro, allí
fuimos leyendo diferentes paneles de información y entendiendo el significado
de este lugar para los maoríes. Es un lugar sagrado para ellos ya que representa
el punto desde donde las almas de los fallecidos saltan y emprenden su viaje
hacia el hogar espiritual. Si se mira abajo, en los acantilados, se puede ver
un único árbol que se encuentra en un promontorio. Es el árbol Pohutukawa de
800 años, los maoríes creen que las almas se deslizan por sus raíces.
Desde el faro te puedes sentir en el fin del mundo. Las aguas de mar de Tasmania se
juntan con las del océano Pacífico y se dice que en días de tormenta se llegan
a formar olas de más de 10 metros de altura. Aunque aparentemente este lugar
parece el punto más norte de Nueva Zelanda, no es así. Son los acantalidos de
Surville, unos kilómetros más al este. Desde aquí salen diversos senderos de
horas de duración, pero nosotros no nos animamos a realizar ninguno.
Es dificil de imaginar unas dunas tan gigantes y en medio de un paraje tan verde como el de Nueva Zelanda. Te Paki Giant Sands Dunas. |
Nos dirigimos en coche a la bahía de Toputupotu, donde estuvimos
caminando por su playa un rato. Aquí se encuentra un camping del DOC, pero es
de pago.
Después de ello, comenzamos el camino de vuelta, y nos paramos
en Te Paki Giant Sands Dunes. Tal y como dice su nombre, son unas dunas
gigantes de arena en medio de los montañas. ¿Qué hace un desierto de arena en
medio de una zona verde? Nosotros aún
nos lo seguimos preguntando… Estuvimos deslizándonos por sus inclinadas dunas y
disfrutando como niños entre tanta arena. Después de tanto correr y saltar,
tuvimos hambre. Con lo que decidimos hacer nuestro picnic en el aparcamiento
mismo.
Siempre hay un "niño" dentro nuestro... Te Paki Giant Sands Dunas. |
Continuamos nuestra vuelta por estas tierras. No nos podíamos
marchar sin ver la 90 Miles Beach, así que hicimos una parada aquí. Descubrimos
que está permitido conducir por esta playa hasta el norte ya sea con 4x4 como
con coche. Aquí vimos como diferentes tipos de gaviotas se alimentaban en las
orillas del mar.
Nunca imaginmos que podríamos entrar hasta la orilla misma en una playa y, menos aún, con esta furgoneta. Ninety Miles Beach. |
Para acabar la tarde, llegamos hasta la Península de KariKari.
Esta área tiene forma rectangular y se caracteriza por tener playas bonitas
dirigidas al norte, al este y al oeste. Nosotros vistamos dos de ellas: Matai
Beach y Rangiputa. Son líneas de arena blanca con aguas cristalinas, aunque
nosotros no pudimos contemplarlas en su máximo esplendor porque el cielo se
cubrió de nubes.
Antes de salir de esta península (muy cerca de la carretera
SH10) vimos un área de descanso y picnic, donde decidimos pasar la noche.
¿Cómo estará esta playa en verano? Arena blanca y agua cristalina... Matai Bay, Península de KariKari |
El día siguiente nos levantamos con el cielo nublado y
lloviendo. Desconocíamos el tiempo previsto esos días, decidimos preguntarlo en
Bay of Island, nuestro siguiente destino. Esta área se encuentra en la costa
este, y es uno de los lugares más turísticos de Nueva Zelanda. Aquí se puede
ver toda la costa de aguas turquesa salpicada con islas vírgenes… Para
contemplar toda su naturaleza, lo ideal es contratar un circuito en barco... Pero
nosotros nos conformamos con sus aguas y ver sus islas más cercanas a la costa
desde la playa. Llegamos a la localidad de Waitangi por la mañana. Antes de
entrar al centro, visitamos las cascadas de Haruru que tienen forma de herradura
(muy ancha, curvada, pero no muy alta).
Cascada de Haruharu, Waitangi |
Cuando llegamos al centro de Paihia las vistas nos
decepcionaron… Estaba nublado y sus aguas e islas no parecían nada del otro
mundo. Nos acercamos al i-Site para preguntar un poco por donde podíamos
caminar para obtener buenas vistas. “Solo esperar que las nubes marchen en una
hora y desde el mismo puerto podréis caminar hasta la playa” nos dijeron… ¿Cómo
podían decirnos tan seguros que el sol saldría si estaba todo negro?
Aunque no se aprecia bien el color verde del islote, esto es lo que se puede ver desde la costa de la famosa Bay of Islands. |
Aprovechamos para informar sobre el kauri caído que habíamos
encontrado hacía 2 días. Y decidimos ponernos al día con el internet en la
biblioteca (hay wifi gratis afuera) hasta que mejorara el día. Y al cabo de una
hora, más o menos, el sol nos calentaba y nos mostró las aguas turquesas y el
verde de las islas cercanas a la costa. Las vistas eran bonitas pero no tan
espectaculares como esperábamos… quizás en barco hubiéramos podido disfrutar
más esa zona, pero las excursiones eran carísimas.
Trepar, gatear, saltar... todo un sinfín de malabares tuvimos que hacer en la cueva Ivi. Whangarei. |
Continuamos nuestra vuelta hacia Auckland, por la costa este.
Paramos unos kilómetros antes de llegar a Whangarei para ver sus cascadas. Se
pueden ver en un corto sendero de un kilómetro. El otro lugar que visitamos
fueron las Cuevas Abbey. Se encuentran a 4km al este de la ciudad y son 3
cavernas o cuevas, no explotadas como atracción turística, con sus estalactitas
y estalagmitas y llenas de luciérnagas. Es importante pasar primero por el
i-site donde te facilitan un pequeño mapa y sobretodo llevar un buen calzado
(resbala muchísimo) y un frontal. También tienes que estar preparado a mojarte,
ya que hay zonas de las cuevas inundadas de agua que puede llegarte por encima
de las rodillas. Nosotros teníamos el mapa, la linterna, botas de montaña, pero
no fuimos preparados para mojarnos. Esto hizo que no pudiéramos explorar parte
de las cuevas. Accedimos a las tres (Organ cave, Middle cave e Ivi cave) pero
la que nos fue más “sencilla” de explorar (por la cantidad de agua) fue la
cueva Ivi. En esta pudimos caminar unos metros adentro. Está marcada con un
cordel para no perderse entre sus pasillos y fue interesante pasar haciendo
malabarismos por cierta zona… ¡El principal peligro que corrimos fue mojarnos!
El único momento crítico que pasamos fue al salir de la cueva, ya que Marc
resbaló en las rocas perdiendo el equilibrio y cayendo de espalda… por suerte
pude para su bajada, porque si no hubiera acabado mal (era una caída de unos
metros llena de rocas).
Después del susto, continuamos nuestra ruta hacía Auckland. Los
34 días en la furgoneta llegaban a su fin… y nuestra ruta por Nueva Zelanda
también.
Pasamos nuestra última noche en la furgoneta en una calle de
Auckland, en el barrio residencial de nuestro siguientes couchsurfers.
Vistas de Whangarei desde un mirador. |
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