viernes, 25 de enero de 2013

INDONESIA: RUTA POR BALI (II)


11 al 14 de diciembre 2012         RUTA EN MOTO POR BALI (II)


3er día (104 km): Menanga → Pura Besakih → Menanga → Tirta Gangga → Amed → Tulamben
4o día (137 km):  Tulamben → Tirta Gangga →Candidasa → Gianyar → Ubud

¡¡Todo el templo para nosotros solos!!
Pura Besakih. 
El tercer día de ruta por Bali, continuamos levantándonos temprano, al amanecer, con la intención de llegar a Pura Besakih pronto y no tener que pagar entrada y poder verlo tranquilamente, sin aglomeraciones de turistas.

Pura Besakih.
Como suponíamos a esas horas no había nadie en la carretera para cobrar entrada y además pudimos aparcar enfrente de la plaza del templo. Pura Besakih está situado en la colina de Gunung Agung y es el templo más importante de Bali. Está formado por unos 23 templos independientes pero relacionados entre sí, de los cuales el Pura Penataran Agung es el más grande y destacado. Empezamos a subir la colina y ver los templos; todos son de piedra y los techos de paja, suelen vestir a las figuras con ropa blanca, negra, roja o amarilla imitando a un  sarong (pieza de vestir en forma de tubo que lo llevan hombres, mujeres y niños).  ¡Teníamos los templos para nosotros solos!, únicamente habían unas pocas personas con las que intercambiamos algunas palabas. Iban muy bien vestidos, con ropa blanca,… y preguntamos qué significaba: “Hoy es día de celebración, es noche sin luna” Por lo visto, realizan celebraciones según el ciclo lunar, días de luna llena y días sin luna).  Nos invitaron a asistir a una celebración encima de la colina, pero no fuimos ya que habíamos leído que hay que ir con cuidado porque los rezos son privados y puedes ser multado.

Sacerdotisa que dirigía la ceremonia.
Benbadem.
Seguimos nuestra ruta, pasando pueblo tras pueblo, y nos encontramos con una sorpresa. En Benbadem habían cortado la carretera principal porque estaban realizando una celebración hindú por la ausencia de luna. Paramos y nos unimos con su gente a disfrutar del espectáculo. En la ceremonia aparentemente había como una sacerdotisa que era quién iba dando paso a los diferentes actos. En uno de los actos, varias personas salían y envolvían una zona con una cuerda, y otros pasaban a lo largo de ella como si bendijeran con diferentes elementos: arena, agua, flores… La sorpresa nos la llevamos cuando vimos que estas ceremonias no son serias del todo y pudimos ver como salían unos hombres muy bien caracterizados que hicieron reír a más de uno con sus diálogos… Fue muy interesante y curioso, la lástima fue que no entendíamos qué decían, de qué se reían o por qué hacían ciertas cosas…
Estos personajes consiguieron hacer sonreir a todos los asistentes...
Ceremonia de Benbadem.

Proseguimos nuestro largo trayecto en moto, atravesando montañas y arrozales, hasta llegar a la zona costera de Amed y Tulamben. Estas villas viven actualmente del turismo, ya que se están poniendo de moda por los corales y peces de colores, pero no tienen playas de arena blanca ni nada por el estilo. En Amed se puede encontrar algún trozo de playa antes de entrar al mar, pero En Tulamben no existe, tienes que adentrarte al mar desde los acantilados, o si tienes “suerte” puedes encontrar una pequeña orilla de piedras. Nuestra intención era hacer noche en una de estas villas y hacer submarinismo para poder ver el “Liberty”. Es un barco americano  que se hundió en la Segunda Guerra Mundial, se encuentra a unos pocos metros de mar adentro de Tulamben y tan sólo está a unos 18-25 metros de profundidad (¡perfecto! Porque podríamos verlo con nuestra licencia  de submarinismo, Open Water).

Playa de arena negra de Amed.
Tanto Tulamben como Amed están plagados de alojamientos y centros de submarinismo, así que nos pusimos a buscar el más económico. Acabamos en Blue Deep Restaurant, donde además de restaurante también ofrecen habitaciones sencillas pero limpias (100000 IDR/noche con desayuno incluido, regateando), piscina e inmersiones a buen precio (200000 IDR/persona). Nos aconsejaron hacer la inmersión a la mañana siguiente, porque por la tarde suele haber muchos buceadores y no lo disfrutaríamos tanto. Así que decidimos esa tarde realizar snorkel por nuestra cuenta, delante mismo de nuestro alojamiento (¡¡ah, nos prestaron los equipos gratis!!).

Aquí al menos había una pequeña "playa", pero en muchos sitios ni esto...
Playas de piedra de Tulanbem.
Entramos al agua por el acantilado, las piedras eran grandes y resbaladizas, y enseguida comprendimos que nuestros pies no estaban preparados para soportar eso, así que decidimos meternos con las sandalias. A unos pocos metros empezamos a ver la naturaleza que oculta el mar: grandes estrellas azul intenso, corales vistosos y peces de todos los tamaños y  colores inimaginables. ¿Por qué no nos habíamos comprado una cámara acuática? Nuestras retinas serán quienes retendrán esas imagines en nuestro recuerdo…

Vimos varios grupos de submarinistas salir de una zona cercana a nosotros y pensamos que podría ser ese el lugar donde se encuentra el Liberty. Fuimos hasta allá y acertamos, ¡allí estaba el barco!, a unos metros de profundidad. Estaba atardeciendo, y eso contribuía a que la visibilidad no fuera muy buena. Así que decidimos dejar la intriga para la inmersión del día siguiente.
Habíamos estado toda la tarde haciendo snorkell, cansados, decidimos ducharnos y dar una vuelta por las afueras de la villa para encontrar algún sitio más económico para cenar, ya que todos los locales tenían precios incrementados para los turistas.

Carretera de Tirta Gangga.
En nuestro cuarto y último  día en moto por Bali teníamos pensado hacer submarinismo en el Liberty, visitar Tirta Gangga y de vuelta a Ubud. Pero las goteras que nos despertaron a las 6h de la madrugada nos hicieron comprender que no sería posible. Una tormenta nos daba los buenos días. El cielo estaba negro, las calles inundadas y parecía que continuaría las cosas así durante horas. Tras cambiarnos de habitación (¡¡por las goteras!!) decidimos continuar durmiendo un poco más, porque con ese tiempo no haríamos submarinismo. A las 8h nos vinieron a levantar, nuestro “dive master” había ido a comprobar el estado del mar y vendría a decirnos algo. El mar parecía calmado, pero seguía lloviendo y el cielo oscuro, y no nos podía asegurar que tuviéramos buena visibilidad. Decidimos esperar, pasaron horas y todo continuaba muy similar, así que el destino no quería que hiciéramos la inmersión y eso fue lo que hicimos.

Jardines de Taman Tirta Gangga.
A las 13h parecía que el tiempo nos concedía una tregua, dejó de llover. ¡Era momento de irse!, así que cogimos el equipaje, la moto y rezamos para que no volviera a ponerse a llover por el camino… Llegamos a Tirta Gangga, donde se encuentra el Taman Tirta Gangga (entrada 10000 IDR),  palacio acuático que construyó el rey de Karangasem, donde destaca la gran belleza de sus jardines rodeando los embalses llamado allí piscina. Además en uno de ellos es posible bañarse, eso sí, tras pagar otros 10000 IDR. Nosotros no pagamos por verlo, sino que como siempre intentamos verlo gratis, y ¡lo conseguimos! Justamente al lado de la entrada hay un bonito hotel (con habitaciones no muy caras, 100000 IDR/hab. doble) con unas vistas espléndidas a los jardines del palacio. Entramos a preguntar por las habitaciones, y mientras nos atendían, estuvimos disfrutando de las vistas. Lástima que ya habíamos acabado nuestro recorrido… porque sino no hubiera sido una mala opción quedarse allí.
En los alrededores de este pueblo se encuentran varios  caminos donde se ven arrozales principalmente. Nosotros no hicimos ninguno, preferimos continuar hacia Ubud, por el tiempo…

Candidasa.
Fuimos hasta la carretera de la costa, para intentar disfrutar un poco del paisaje. De repente vimos un paisaje especial: un gran lago rodeado de árboles y al final una pequeña cala. El pueblo se llama Candidasa. Paramos y nos entretuvimos un ratito paseando por él y haciendo fotos. En esta ocasión el hambre fue quién nos recordó que teníamos que continuar. Eran casi las 15h y aún ¡no habíamos comido! Y no era porque no encontráramos sitios, sino porque nosotros buscábamos algo muy específico: “babi guling”. Este plato lo habíamos comido en los últimos días, es lechón o cochinillo asado/al horno, junto con arroz y otras tipos de carne de cerdo (similar a morcilla, tocino,…) y té. Todo por un precio muy razonable (entre 10000 y 15000 IDR). Continuamos hasta llegar a Gianyar, teóricamente allí es muy popular este plato, pero a estas horas nos costó un poco encontrarlo… Tras llenar el estómago, sin saber si era más bien nuestra comida o cena, continuamos nuestros últimos kilómetros hasta Ubud.
El delicioso "babi guling"...

En Ubud, nos sentimos ¡como si volviéramos a casa! Llegamos a Oka Kartini Bungalow y vimos caras conocidas (el chico de recepción, la propietaria Oka y Joachim y Per)… Lo poco que quedaba de tarde lo pasamos en la piscina. Y tras una cena ligera, nos fuimos a dormir… 


Pequeña cala situada al lado del lago, Candidasa.

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