domingo, 22 de julio de 2012

ISRAEL: JERUSALÉN


12 al 17/07/2012     JERUSALÉN

Tras nuestro viaje por el sud de Jordania, decidimos cruzar la frontera hacia Israel vía Eilat. Tal y cómo nos aconsejó un policía cogimos un taxi hasta la frontera, pero eso sí, le hicimos poner el taxímetro y sólo nos costó 2,2 JOD (sin taxímetro, nos querían cobrar 5 JOD mínimo). Cruzamos la frontera sin problemas, aunque nos encontramos un trámite que no esperábamos, tuvimos que pagar unas tasas para salir de Jordania (8JOD/pers). Una vez en territorio israelí, preguntamos por transporte público para ir hasta la estación de autobuses de Eilat, pero no existe, así que cómo no queríamos pagar 10 euros por 3,5 km en taxi, decidimos ir caminando. La verdad es que por suerte era temprano y el sol aún no quemaba mucho, pero ¡estuvimos algo más de una hora caminando con 25 kg encima cada uno! Todo sea por ahorrarnos unos euros, qué el viaje es muy largo.

El primer día estuvimos todo el tiempo de viaje, pasar la frontera, caminata hasta la estación de bus, y viajecito hasta Jerusalem. Allí llegamos ya casi anocheciendo, y sólo tuvimos tiempo de buscar un hostel barato, dentro de la Ciudad Vieja (Hostel Hebron 60 ILS por persona en dormitorio compartido).


Monte de los Olivos
Cementerio Judio
El primer día en Jerusalén nos dirigimos a explorar el Monte de los Olivos, lugar donde capturaron a Jesús, entre otros hechos históricos. Lo primero que visitamos fue el jardín de Getsemaní (gratis) donde hay unos olivos de la época de Jesús (>2000 años); justo al lado está la Iglesia de todas las Naciones (gratis) que está construida sobre la roca en la que estuvo meditando Jesús antes de ser prendido. Subimos por la empinadísima cuesta del Monte de los Olivos hasta la Iglesia del Pater Noster (5/7 ILS adulto/estudiante, entramos como estudiantes) donde está escrito el padre nuestro en más de 100 lenguas (todas las de la Península Ibérica, entre ellas). Fuimos a un mirador des de el que se ve la cúpula de la Roca así como la mezquita de Al-Aqsa; y entre estas mezquitas y el mirador se encuentra un extensísimo cementerio judío, el más antiguo del mundo, todavía en uso, en el que entierran a sus muertos para estar más cerca del cielo, ya que ellos creen que su profeta ascendió des de allí a los cielos. Descendiendo al pie del monte de los Olivos, nos detuvimos en la tumba de la Virgen María, de donde salían numerosas personas con lágrimas en los ojos, y justo al lado se encuentra la gruta de Getsemaní lugar en el que Jesús fue traicionado y capturado.

Piedra de la Unción
Santo Sepulcro


Volvimos a la ciudad vieja cruzando la Puerta de los Leones (tiene 9 puertas de acceso Ciudad Vieja) y realizamos gran parte de la Vía Dolorosa (des de donde le dieron la cruz a Jesús hasta que fue crucificado en el Gólgota) hasta la iglesia del Santo Sepulcro, uno de los lugares más sagrados del cristianismo. Allí se encuentra la roca en la que fue colocada la cruz y la grieta que apareció tras el terremoto que hubo después de su muerte, la roca donde fue aseado y untado con aceites el cuerpo, y la cripta en la que fue enterrado. Hay muchísima gente haciendo cola para ver los lugares sagrados y poner objetos en ellos para que  les traigan suerte (sobre todo la roca en la que fue lavado) así como llantos silenciosos de los devotos.







Muro de las lamentaciones, en Sabbat
Por la tarde fuimos a ver el Muro de las Lamentaciones, lugar sagrado para los judíos. Tuvimos la suerte de que era viernes, cuando empieza la festividad judía del Sabbat y se congregan en el Muro multitud de judíos (unos cuantos de ellos ultra ortodoxos), bailan y cantan durante horas, pero siempre separados hombres de mujeres.

Muro de las lamentaciones









Una de las cosas que más nos ha impresionado (aunque veníamos prevenidos) es la cantidad de gente armada que hay en las calles (policías, ejército, vigilantes, guardaespaldas, indefinidos…). Se respira una calma tensa, aunque nada que ver con los territorios y ciudades palestinas.

Nuestro segundo día en Jerusalén, ya que el día 14/07 visitamos Belén y Hebrón, fue un poco más movido (anécdota al canto), además de ser el cumpleaños de Raquel (ya son 30). Fuimos a desayunar a un mercado del centro  y después bajamos al barrio armenio. En ese trayecto perdimos (o nos robaron) la cartera. Fuimos inmediatamente a la policía que fue “encantadora”, “servicial” y muy muy “útil”; tanto que ni siquiera quisieron una copia de la denuncia (¿cómo pensaban buscar o devolvernosla si no tenían constancia de la denuncia?) y cuando la tuvimos rellenada nos “invitaron muy amablemente” a marchar. Muy amables en general. Un policía que nos vió con el móvil y  el ordenador haciendo gestiones a pie de calle nos aconsejó ir a objetos perdidos por si había suerte (éste sí que ayudó). Habiendo perdido ya casi todo el día volvimos al albergue de muy buen humor. ¡¡Feliz cumpleaños Raquel!!
Milagrosamente por la tarde llamó al hostel un buen samaritano que dijo haberla encontrado y que trabajaba en un hotel cercano al nuestro. Fuimos a buscarla y recuperamos la documentación y las tarjetas ya anuladas, eso sí del dinero no había rastro (y eso que habíamos sacado dinero esa misma mañana).


Mezquita de Al-Aqsa
Cupula de la Roca
Por la mañana del tercer día en Jerusalén nos despedimos de tres chicas de Barcelona (Susana, Silvia y Sofía), que conocimos por la tarde-noche en el hostel, en la Vía Dolorosa y nos dirigimos a la explanada de las mezquitas, lugar sagrado para musulmanes y judíos, que está bajo dominio musulmán pero bajo vigilancia estricta del ejército judío. Allí se encuentran la mezquita de Al-Aqsa y la Cúpula de la Roca (tiene un baño de oro), sólo accesibles a los musulmanes, aunque verlas por fuera merece la pena. Salimos por la puerta de la explanada que conduce al Pequeño Muro (de casualidad), donde los judíos también rezan y en el que nosotros dejamos  un papel con nuestros deseos (tal y como hacen ellos, los dos muros están llenos de papelitos).

Luego nos dirigimos al Monte Sión en el que se encuentra la estancia de la última cena de Jesús, la tumba del rey David y el Monasterio de la Dormición, donde se supone que se quedó dormida la  Virgen María y nunca despertó. Un poco decepcionados, porque sólo es un recinto, volvimos al hostel a planificar el día siguiente: Mar Muerto y salida de nuevo a Jordania.

PD: A pesar de haber visitado tantos sitios bíblicos, no hemos sufrido el "síndrome de Jerusalén"!! Este síndrome se caracteriza en presentar una serie de delirios donde la persona afectada piensa que es un personaje del Antiguo o del Nuevo Testamento. Podemos asegurar que vimos a más de una persona que quería aparentar ser Jesús!!!


4 comentarios:

  1. Tener mucho cuidado....por favor. G. Sirgo

    ResponderEliminar
  2. Tranquilos!!! Israel ha sido prueba superada. Es mucho más tranquila que otros destinos que hemos visitado.
    Muchos recuerdos para todos!!!

    ResponderEliminar
  3. Gracias por compartir, soy de México, mi gran ilusión es visitar Tierra Santa, buscando información para conocer más de ese lugar, encontré este interesante relato, me fascinó leerlo, casi me sentía yo en ese sagrado lugar, Dios me ha de permitir estar ahi antes de morir, un gran Saludo para Ustedes, gracias, Rosalinda de Mexico.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Nos alegra saber que nuestros relatos son útiles y agradables para quien los lea. Si necesitas más información sobre Tierra Santa no dudes en pedirnosla e intentaremos facilitarte toda la información que tenemos.
      Un saludo desde Hiroshima (Japón).

      Eliminar