27 y 28 de Agosto del 2013
RUINAS
JESUITICAS, CIUDAD DEL ESTE
Y
Cogimos el último
autobús de Asunción a Encarnación (a las 22.50h/50000 PYG/persona). Solamente
son 6 horas de trayecto, con lo que llegamos a las 4:30 am a la estación de
autobuses. Tan solo bajar del autobús un señor nos abordó vendiéndonos billete
para ir a las ruinas jesuíticas de Trinidad (7000 PYG/persona). Él nos guardaba
las maletas y nos dijo que cogiendo el siguiente autobús llegaríamos para las 6
am, hora que abrían las puertas. Dudábamos un poco de esta información, pero él
estaba tan convencido que cogimos el autobús. Llegamos a las 6 de la mañana, y
no había ni un alma por allí. ¡Nos había engañado! Ni siquiera un triste bar
para tomar un café o vaso de leche caliente para entrar en calor. Todo estaba
helado, literalmente. ¿Tardaría mucho en salir el sol?
Casa de los indígenas. Ruinas de la Misión Jesuítica de la Santísima Trinidad. |
La Misión Jesuítica de la Santísima Trinidad de Paraná es la reducción jesuítica mejor conservada y extensa.
Restos de la Iglesia Mayor de Trinidad.
En sus paredes podemos observar relevos con ángeles tocando instrumentos.
Restos de la iglesia Mayor de Trinidad.
Las ruinas de Jesús se encuentran a tan solo a 12km, pero el transporte entre Trinidad y Jesús es casi inexistente. El único autobús que va de Trinidad a Jesús se coge en la carretera principal (donde la gasolinera) y pasa a las 9 y 13 am. Si no, hay que coger un taxi…. Nosotros pudimos coger el autobús (5000 PYG/pers), e íbamos totalmente solos en él. Estas ruinas son de menor tamaño y mucho más sencillas. Solo se ven las paredes de la Iglesia con sus columnas interiores y parte del claustro. Según la historia esta misión jesuítica no se acabó nunca de construir y todo se quedó en proyecto…
Fachada delantera de la Iglesia de la Misión Jesuítica de Jesús. |
Comimos en los
restaurantes cercanos a la estación de autobuses de Encarnación.
Visión lateral e interior de la iglesia.
Misión Jesuítica de Jesús.
Dudábamos en quedarnos la noche allí (pero no teníamos nada más para ver) o marchar hacia Ciudad del Este… Y los días pasaban. Así que cogimos el autobús a Ciudad del Este (50000 PYG/pers, 6 horas). Llegamos de noche a la terminal, todo estaba casi cerrado y no había ni un alma. Éramos incapaces de orientarnos con el mapa que teníamos, pero teóricamente no estábamos muy lejos del centro. Como estábamos cansados, buscamos un hotel (Hotel Postillon: 70000 PYG/habitación doble con baño, agua caliente y wifi, regateando) en la parte trasera de la terminal y tras comer unas hamburguesas caímos rendidos en la cama.
Visión lateral e interior de la iglesia.
Misión Jesuítica de Jesús.
Dudábamos en quedarnos la noche allí (pero no teníamos nada más para ver) o marchar hacia Ciudad del Este… Y los días pasaban. Así que cogimos el autobús a Ciudad del Este (50000 PYG/pers, 6 horas). Llegamos de noche a la terminal, todo estaba casi cerrado y no había ni un alma. Éramos incapaces de orientarnos con el mapa que teníamos, pero teóricamente no estábamos muy lejos del centro. Como estábamos cansados, buscamos un hotel (Hotel Postillon: 70000 PYG/habitación doble con baño, agua caliente y wifi, regateando) en la parte trasera de la terminal y tras comer unas hamburguesas caímos rendidos en la cama.
Entre Paraguay y Brasil se encuentra una de las presas más grande del mundo: La Presa de Itaipú. Todo un orgullo nacional... si solo se tiene en cuenta el avance tecnológico. |
A la mañana siguiente decidimos
visitar la presa de Itaipú. Caminamos hasta el centro y cogimos un autobús que
ponía “Hernandarias” en su frontal (3500 PYG/pers). Nos dejó justamente en
frente de la presa. Hay visitas gratuitas cada 1h, y consisten en pasar un
video donde explican la formación de la presa: 17 años para construirla,
nosecuantas toneladas de hormigón y otras tantas de acero y 18 turbinas que la
convierten en la presa con mayor formación de electricidad del mundo. Toda un
orgullo paraguayo… y brasileño! Porque esta presa se encuentra entre y es de
los dos países. Después te dan una vuelta por sus instalaciones, donde
solamente te dejan bajar en un mirador donde se ven las compuertas cerradas…
Des del lado brasileño también se puede visitar la presa pero hay que pagar.
Si solo se mira la parte de arriba parece que de repente se acaba la tierra, pero si miramos para abajo vemos que todo continua... ¡Qué sabía es la naturaleza! Garganta del Diablo, P.N do Iguaçu. |
Tras esta visita,
decidimos correr hacia el centro y marchar a ver las famosas Cataras de Iguazú
desde el lado brasileño. Cruzar la frontera Paraguay-Brasil desde Ciudad del
Este es muy sencillo, y se puede hacer incluso a pie. Lo único importante es
recordar de pasar por las oficinas de migración, tanto paraguaya como
brasileña, para que te pongan los sellos correspondientes… porque si te
descuidas pasas sin poner nada… ¡¡no hay controles!! Ah, y recordar que en
Brasil es una hora más que en Paraguay!! Leímos que cruzar el puente que une
los dos países es un poco ‘peligroso’, pero nosotros lo hicimos y no pasó nada.
Si hay sol, el arco iris es una imagen perpetua en esta cascada. P.N. do Iguaçu. |
El agua salpicaba hasta nosotros... la fuerza de la caida es increible. P.N do Iguaçu. |
En dos horas acabamos de
ver y disfrutar de esa belleza que nos brinda la naturaleza, y aunque no había
ganas de marchar… decidimos volver hacia Ciudad del Este. Hicimos el mismo
trayecto a la inversa y volvimos a cruzar la frontera a pie sin problemas. De
vuelta al hotel pasamos por un lugar donde vendían pollos alast y decidimos que
nos habíamos ganado una rica cena.
Marchamos a la cama,
tras decidir que al día siguiente marcharíamos de Paraguay. Nuestro paso por
este país fue muy breve… pero nos llevamos un buen recuerdo gracias a su gente
y teniendo la sensación de que podríamos haberlo explotado más si hubiésemos
tenido más tiempo.
Vistas de la caida de la Garganta del Diablo a tan solo un par de metros de ella. P.N. do Iguaçu. |
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