lunes, 10 de junio de 2013

NZ- ISLA SUR: COSTA ESTE

11 y 12 de Mayo 2013


MOERAKI Y PENINSULA DE OTAGO
DUNEDIN, NUGGET POINT E INVERCARGILL


Moeraki Boulders.

Recorrido realizado durante estos días:
11/05/2013: del camping privado, Campbells Bay, en Kakanui a Dunedin: 165 km.
12/05/2013: de Dunedin a Mossburn: 414km. 

Este bonito ejemplar de lobo marino posaba para nosotros,
 pero os podemos asegurar que si te acercabas demasiado no eran muy amigables...
Faro de Moeraki.


Una de las rocas redondeadas rota por la fuerte marea.
¿Queréis ver que había en su interior? Mirad la siguiente foto.
Moeraki Boulders.

Después de una noche movidita, por intolerancia alimentaria que tuvo Raquel, nos levantamos con la salida de sol. Pudimos ver con más claridad donde estábamos: con vistas al mar y rodeado de un verde valle. ¡Bonitas vistas para empezar el día!

Nos dirigimos a la población de Moeraki, que destaca por su conjunto de pedruscos redondeados en la orilla del mar, llamados Moeraki Boulders. Únicamente son visibles con marea baja, y en esta época del año, es a primera hora de la mañana (alrededor de las 8-9h). Cuando llegamos la playa estaba totalmente solo, pero a los pocos minutos empezaron a llegar otras personas y autobuses turísticos. Es curioso lo que llega a hacer la naturaleza: ¡algunos eran casi perfectamente esféricos! En alguno se puede observar marcas de fósiles de algas. Hay un par que están tan erosionado que se han roto y únicamente queda la mitad de la esfera y en su interior se ha formado una pequeña colonia viviente. 




Faro de Moeraki.
Hicimos fotos, recorrimos la playa de punta a punta y nos dirigimos hacia el pueblo de Moeraki, concretamente a visitar su antiguo faro de madera. Desde aquí se puede caminar hacia una pequeña cabaña donde, en cuestión, se pueden avistar a los pingüinos ojigualdos cuando salen del mar y se dirigen a su cobijo por las tardes. Nosotros hicimos el bonito paseo hacía los acantilados, donde vimos como las crías de lobos marinos juguetean entre las rocas, un poco desde lejos. Continuamos hacia un prado donde vimos lobos marinos a unos 5-6 metros de distancia, pero no aconsejamos acercarse más ya que rápidamente se ponen violentos y te enseñan sus dientes. De vuelta al faro, en una pequeña cala encontramos un pingüino adulto, mirando el mar. ¡Qué suerte teníamos!, ya que normalmente solo se ven al atardecer. Estuvimos tan cerca que pudimos ver el color amarillo que envuelve sus ojos. Pero él también nos había visto, y al poco rato decidió que ya se había expuesto rato suficiente y volvió entre los matorrales a su nido.


Este pingüino ojigualdo posó para nosotros a mediodía,
¡increíble! no podíamos creer que tuviéramos tantísima suerte.
Faro de Moeraki.

Este león marino yacía plácidamente en la Sandfly Beach.
Península  de Otago
La mañana pasó rapidísimo. Comimos y fuimos hacia la Península de Otago. Concretamente a la Sandfly Beach, una playa salvaje donde hay una colonia de leones marinos y de pingüinos ojigualdos. Los leones, similares a los lobos marinos, yacen tranquilamente en la arena. También pudimos ver, dunas adentro (estaba prohibido entrar) un par de pingüinos mirando el mar. Eran casi las 16h, así que el sol estaba bajando y en una hora y poco anochecería. Vimos un punto negro moviéndose entre las olas. ¡Era un pingüino! que intentaba hacer tierra aprovechando las fuertes olas. Pensamos que no lo tenía del todo muy claro, porque tardó tiempo en decidirse. (¿¿Quizás le molestaban las personas??) Esperamos sentados en la arena, sin hacer ruido. Finalmente llegó a la orilla, se levantó y rápidamente, antes de que viniera otra ola, se adentró hacia las dunas de arena. En un día, pudimos ver dos pingüinos bastante de cerca, nos sentimos muy afortunados.

Fuimos muy afortunados y pudimos ver como el pingüino ojigualdo, tras decidir cuando era su momento,
surfeaba las olas y salía a tierra para dirigirse a su guarida.
Sandfly Beach, Peninsula de Otago.


Dando el día por acabado, ya que a las 17:30h es de noche y todo está cerrado, decidimos acercarnos a nuestro siguiente destino y hacer noche en  Dunedin. Dormimos a las afueras del centro, en un parquing situado en The Oval (una zona deportiva), delante del restaurante.

Tunnel Beach, Dunedin.
Al levantarnos, nos dirigimos hacia la Tunnel Beach, a unos pocos kilómetros de Dunedin. Es un sobresaliente de terreno al mar en forma de bota.  Al final del sendero se puede observar un arco creado por las fuerza del mar en la roca. Está prohibido pasar a él, seguramente porque nadie sabe cuando tiempo durará. Las olas golpean fuertemente sus paredes. Nos recordó a la Great Ocean Drive de Australia… A la izquierda, sigue el camino y te lleva a un túnel excavado en la roca. Si lo sigues, bajas a los acantilados llegando una pequeña cala.


¿Por qué se llamará "Nugget"?
Faro de Nugget Point.
Seguimos nuestra ruta por la costa esta dirección sur, y paramos en el faro de Nugget Point. El faro se encuentra al final de los acantilados, teniendo que pasar por un sendero que da  ambos lados al océano. Es curioso ver como en un lateral las olas azotan las rocas fuertemente y en cambio, el lado contrario las aguas permanecen tranquilas. Al final de faro existe un mirador con bonitas vistas a unas rocas que aún soportan los contratiempos del mar.

Nuestra última visita del día fue al Museo y Galería de Arte de Invercargill, situado en el mismo edificio que el centro de visitantes (i-Site). Fuimos corriendo porque era fin de semana y cerraban a las 16h. Aunque seguramente el museo es interesante de ver, nuestro principal interés era ver los tuataras que tienen expuestos. Son fósiles vivientes, lagartos de la época de los dinosaurios (unos 200 millones de años) que pueden soportar temperaturas muy bajas. Cuando el frío aprieta son capaces de “invernar”, teniendo una frecuencia cardíaca inferior a 13/minuto y una frecuencia respiratoria de 1/min. (¡¡Leéis bien, no nos hemos equivocado en los números (o eso pensamos...!! si no son estos número son muy muy parecidos.) Son endémicos de Nueva Zelanda y están en peligro de extinción. El tuatara más viejo que tienen en cautividad calculan que tiene más de 100 años. ¡Y aquí en el museo los han logrado reproducir!

Este no es el centenario Henry, si no uno de sus compañeros en Invercargill.
Tuataras en Invercargill.


Tras quedarnos asombrados con este animalito, aprovechamos a comprar en el Pack’n Save (supermercado generalmente más económico) y conectarnos a internet enfrente de la biblioteca (aunque está cerrada, el wifi gratis llega afuera).

Entrada la oscuridad, decidimos marchar dirección a los fiordos y buscar un lugar tranquilo para dormir. Finalmente paramos un kilómetro antes de la localidad de Mossburn, al lado de un gran contenedor de reciclaje. 

Es más facil escalar estas rocas que empujarlas...
Moeraki Boulders.

Paisajes como estos puedes encontrar en toda la costa este de la Isla Sur.

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