domingo, 30 de diciembre de 2012

LAOS: VIENTIÁN


17 y 18 de noviembre 2012               VIENTIÁN


Uno de los templos de alrededor del templo Pha That Luang
Llegamos a la capital de Laos por la mañana temprano alrededor de las 5 am (ver entrada previa como llegar de 4000 islas a Vientián). El autobús nos dejó en la estación del sud que se encuentra a unos 10 km del centro.  Tan solo bajar nos vinieron tres o cuatro conductores a “ofrecernos sus sevicios”,  eso sí, solamente 5 o 6 veces más caro de lo habitual. Decidimos salir de la estación y buscar fuera tranquilamente el medio de transporte hacia la ciudad. Un chico laosiano nos dijo que existe un autobús que conecta con el centro de la ciudad (3000 LAK), pero no tiene horarios, hay que esperar que pase en la carretera principal y entonces pararlo. Estuvimos casi una hora esperando a que pasara el autobús. Mientras todos los  sawngthaew nos ofrecían llevarnos al centro, cada uno de ellos nos decían precios diferentes. Finalmente uno ofreció llevarnos al centro por un precio asequible, por 5000 LAK/persona, y aceptamos. Caminamos hasta las calles cercanas al río, donde se encuentran los alojamientos baratos, y buscamos el que más nos convenía. Puedes encontrar de todos los precios, muchos de los que nos interesaban estaban llenos, así que finalmente acabamos en Siry2 Guesthouse (60000 LAK/habitación doble sin baño). Un alojamiento sencillo, sin lujos, con ventilador y lavabos compartidos pero limpios.

Santuario Haw Pha Kaeo.
Miramos nuestra guía y pensamos que podíamos ver todo lo que ofrece Vientián en un día. Decidimos alquilar una bicicleta para llegar antes a los sitios más alejados, aunque a la gran mayoría se puede llegar a pie tranquilamente.

Antes de empezar a explorar la ciudad, nos acercamos a la estación del norte a preguntar horarios y precios hacia nuestro siguiente destino, Luang Prabang. Supuestamente solo estaba a 2 km del centro, pero la realidad es que han hecho una nueva que se encuentra bastante lejos (más de una hora en bici). Hay unos 5 autobuses al día y hay 2 precios (110000 y VIP 130000 LAK), no sabemos bien la diferencia en que trata.

Réplicas del Buda Esmeraldas,  santuario Haw Pha Kaeo.
Tras ello, empezamos nuestra ruta por la ciudad.  Primeramente elegimos ir al santuario Haw Pha Kaeo (5000 LAK/persona), ya que cierra al mediodía.  Este templo fue construido en 1565 y albergó el famoso Buda Esmeralda. El cual en 1977 fue robado, y en la actualidad se encuentra Bangkok. Está situado al lado del Palacio Residencial.  Posee numerosos budas de piedra en su interior y está rodeado de un cuidado jardín.

El arco del triunfo de Laos. Patuxai

Enfrente de este santuario se encuentra el templo Wat Si Saket, pero también cierran al mediodía, por lo que lo dejamos para ver a la tarde. Subimos la calle del Palacio residencial y llegamos al Patuxai. Su nombre significa “puerta o arco del triunfo”, y se puede subir a su piso superior, aunque nosotros no lo hicimos. 

Pha That Luang.  Símbolo de la ciudad


Tras hacer las fotos de rigor, continuamos visitando el monumento más importante en Laos, Pha That Luang , una estupa de unos 45 metros de altura bañada en oro. Alrededor de ella se encuentran otros templos, que desconocemos su nombre, pero que contienen edificios dignos de fotografiar. Justamente detrás de este complejo encontramos un mercado de souvenirs donde nos dimos unos caprichos: compramos un imán (ya sabéis como tenemos nuestro congelador y nevera llenos de imanes de países que hemos visitado), unos pendientes y unos billetes antiguos del país.  

Estupa That Dam.
Cogimos las bicis y volvimos por el mismo recorrido, parando para ver la estupa That Dam. Se dice que antiguamente estaba recubierta de láminas de oro, pero fue saqueada pasando a ser la estupa “negra”.  Para acabar nuestra visita cultural en Vientián fuimos al templo Wat Si Saket. Este templo destaca por tener un claustro con más de dos mil imágenes de Buda.

Nuestro tour había acabado y aún teníamos tiempo de seguir pedaleando  por el paseo situado al lado del río Mekong. Allí pudimos disfrutar del atardecer mirando el paisaje formado por el río y tierra tailandesa situada justamente al otro lado del río. 

Dejamos las bicis y, tras una ducha, decidimos salir al mercado nocturno que había en las calles cercanas al río. Cenamos  y disfrutamos de unos postres de coco buenísimos por tan solo 1000 LAK.  


Templo Wat Si Saket.



Al día siguiente, partimos hacía Luang Prabang. Fuimos caminando dirección a la estación norte hasta que encontramos un tuk-tuk que nos llevó hasta allí por un precio justo (10000 LAK entre los dos). Nuestra intención era coger el autobús local de las 8.30 am, pero no sabemos el motivo (si porque era domingo o si era porque somos extranjeros) pero nos dijeron que únicamente había sitio en el autobús VIP de las 10 am (130000 LAK/persona que incluía ticket de comida). Cuando nos montamos pensamos que seguramente era por la segunda razón, ya que casi todos excepto 1 ó 2 personas éramos extranjeros. No recordamos bien cuántas horas de viaje fueron, pero os podemos asegurar que se nos hizo eterno, ya que en este día no hicimos otra cosa que estar en el autobús.

Llegamos a Luang Prabang cuando ya había anochecido. Nos dejaron en la estación del sud, situada a unos 4 km del centro de la ciudad. Salimos de ella y caminamos dirección al centro, pero en poco tiempo un sawngthaew se paró y nos llevó al centro por un precio justo (5000 LAK/persona, en la estación nos pedían 20000 LAK/persona).  Nos dejó cerca del mercado nocturno, buscamos alojamiento por las calles de alrededor, pero fue bastante complicado encontrarlo, ya que como nos pasó en Vietnám la mayoría de los económicos estaban llenos. Finalmente acabamos en una pequeña guesthouse, Boupha G.H, regentada por unos abuelitos simpáticos (50000 LAK/habitación doble sin baño). Cenamos en una calle transversal al mercado nocturno, cercana a la rotonda, donde había muchos locales que ofrecían buffet libre (1 plata lleno por tan solo 10000LAK) con platos locales. 

Atardecer a orillas del río Mekong.
De fondo se pueden ver tierras tailandesas.

viernes, 28 de diciembre de 2012

LAOS: SIN PHAN DON (4000 ILLES)


14 al 16 de Novembre 2012     SI PHAN DON (4000 ILLES)

El vespre a les 4000 illes.
La  nostra següent parada des de Pakse eren les 4000 illes. Aquesta zona es troba al sud de Laos i fa frontera amb Cambodja. Aquesta àrea avarca la part més ampla del riu Mekong en tot el seu recorregut des del seu naixement.  El nom de 4000 illes prové de tots els trossos de terra que surten a la superfície durant l’estació seca en que el cabdal del riu disminueix considerablement. De fet, les dues illes que vam visitar (Don Det i Don Khon)  canvien força la seva mida en funció dels mesos.

No tot és aigua a les 4000 illes, si no que tambè hi ha camps d'arròs.
Vam llegir a la guia i vam constatar amb altres viatgers que anar a Ban Nakasang, que és el poble des d’on surten les petites embarcacions cap Don Det i Don Khon, és força senzill des de Pakse. Però per als barquers el lema és quant més exprimeixi al turista millor i uns nois espanyols que hi van anar per lliure van pagar 8 €  per un trajecte de 10 minuts. I regatejant!! Per aquesta raó vam decidir comprar un paquet que incloïa el transport des de Pakse en bus i la barqueta fins Don Det (60000 LAK). Sabem que és una turistada però era la millor manera d’evitar problemes.

El trajecte no va tenir cap incident i vam arribar a Don Det sense problemes (més tard del previst, com sempre a Laos). Fins i tot ens va semblar que potser ho podríem haver provat pel nostre compte ja que al tiquet de la barqueta hi posa el preu (15000 LAK). Això no vol dir que ens n’arrepentim.

Charlie i Andrea,
els nois amb qui vam compartir nostra estança a les illes.
Nosaltres ens vam decantar per Don Det. És la més petita de les dues i la que queda més a prop del port. També és la que té més vida (diürna i nocturna, amb pros i contres) i, per tant, més opcions d’allotjament econòmic i menjar. Al costat d’on et deixa la barca ja hi ha els primers bungalows per allotjar-te. Nosaltres vam caminar una mica més i ens vam allotjar la primera nit en el Bungalow Nadao (30000 LAK, sense wc), a la vora del Mekong. La segona i última nit canviar a un altre, el Tena Guesthouse ( bungalow 20000 sense wc). La raó: el preu. Un € més barat!! Els mateixos propietaris dels bungalows regentaven un petit restaurant amb unes vistes magnífiques del Mekong on feien els plats més barats de l’illa (10000-12000 LAK/plat) i, a més, podíem reomplir les ampolles d’aigua gratis (potser una mica jeta, d’acord...). Al restaurant del bungalow vam conèixer el Charlie (Veneçuela) i l’Andrea (Mèxic). Casats des de feia ben  poquet, estaven fent un viatge d’uns 4 mesos pel sudest asiàtic i vivien a Barcelona, tot i que els seus plans a llarg plaç estaven ben lluny (tan debò tinguin molta sort!).

Vistes desde el pont que uneix Don Det amb Don Khon.
El primer dia ens el vam passar gairebé sencer al restaurant gaudint de la tranquil·litat de les illes i xerrant i rient amb el Charlie i l’Andrea. Ens van convèncer que ens quedéssim un dia més (ja que volíem marxar l’endemà)  i vam quedar l’endemà per anar plegats a banyar-nos a la platja del riu i veure l’illa de Don Khon.

Després d’esmorzar un bon plat d’arròs vam sortir caminant cap a l’illa de Don Khon que està unida a Don Det per un pont. A tot arreu es poden llogar bicis per 20000 LAK al dia, però nosaltres ens vam recórrer les dues illes de punta a  punta a peu (vam fer-ho en tot un dia). Per creuar el pont s’ha de pagar una taxa. Fins fa uns anys eren 10000 LAK, però ara són 25000 LAK per persona. Aquests és un dels problemes de l’augment del turisme: un preu excessiu. Ens va  costar el mateix creuar el pont als dos que el que havíem  pagat pel bungalow més el dinar i el sopar dels dos. Un abús pels preus de la  zona!

Nenes jugant a un dels camins de l'illa.


Les illes tenen camins ben delimitats i amb poques bifurcacions que fan que  sigui fàcil recorre’ls sense perdre’s. No hi ha gran coses a veure o a fer a les illes, bàsicament s’hi va a descansar tombat en una hamaca al costat del riu. Una de les poques atraccions que hi ha són les cascades Tat Somphamit (el preu del pont inclou l’entrada a les cascades, però pels que s’allotgen a Don Khon i volen veure-les han de pagar una entrada de 25000 LAK). Com totes les cascades que havíem vist a Laos la força i el soroll de l’aigua són impressionants. No són especialment altes però sí llargues i perilloses pel qui s’hi apropi massa.

A la "platja" del riu Mekong!!
Si continues el curs del riu s’arriba a una petita cala de sorra on ens vam banyar. L’aigua del Mekong és marró i no es veu absolutament res. S’ha d’anar amb compte perquè l’aigua, encara que no ho sembli, baixa amb molta força i hi ha força corrent. Però és interessant banyar-se en una platja de riu...

Quan vam acabar ben tips d’aigua vam continuar cap al Sud. A baix de tot de l’illa hi ha una zona del riu on s’hi troben els dofins d’Irrawaddy (d’aigua dolça). Estan en perill d’extinció i es troben en molt pocs rius del món (també  a l’Amazones, potser allí tenim més sort quan hi anem!). Quan hi vam arribar ja era massa tard, les 5 de la tarda, i els barquers ens van dir que hi hauríem d’anar demà.  El preu és de 60000 LAK per barca (fins a 4 persones), però normalment et diuen que per assegurar-te veure els dofins s’ha de creuar a Cambodja (que està a l’altra riba) i, per fer-ho, se li ha de pagar un petit suborn estipulat de 2 $ al d’immigració cambodjà. Encara que no es tingui intenció de veure els dofins val la pena la caminada fins aquest punt per les vistes magnífiques del Mekong. En aquest punt és amplíssim i el que es veu a l’altra riba ja és territori cambodjà. 


Cataractes de Tat Somphamit, a l'illa Don Khon.
Per sortir de les 4000 illes es pot fer també per lliure o com ho vam fer a l’anada. El tiquet organitzat es troba des de 50000 LAK i fer-ho per lliure costa més o menys el mateix. Per tant vam comprar el pack fins a Pakse. També s’ofereixen bitllets cap a altres destinacions del nord de Laos com ara Vientiane. La nostra propera parada des de les illes era Vientiane així que també hi vam  donar un cop d’ull. Hi ha dos maneres d’anar-hi: en bus nocturn amb llitera (turista) o bus local. El bus de nit costa uns 180000 LAK i el local 110000 LAK. La diferència són les hores: el nocturn dura unes 10 i el local unes 16. Però en termes generals perds (o guanyes, depèn com es miri) una nit amb els dos. Des de les illes surt més a compte agafar el llitera cap a Vientiane que tornant a Pakse i comprant-lo allí, però per al local no. Nosaltres vam agafar el local des de  Pakse i no vam tenir cap problema.

Nota: si creues el pont a partir de les 16-17h és gratis (no hi ha ningú que cobri l’entrada!!).

Mirant a l'horitzó, al sud (Ban Hang Khon) de l'illa Don Khon.
No vam poder veure dofins, però les vistes valen la pena per si soles...


miércoles, 26 de diciembre de 2012

LAOS: MESETA DE BOLAVEN (II) - CHAMPASAK - PAKSE


12 y 13 de noviembre 2012  

              MESETA  DE BOLAVEN (II) – CHAMPASAK – PAKSE


¡Qué mejor forma de empezar el día que con un delicioso desayuno!

Tras dejar atrás la carretera que Raquel llamó “del infierno” localizada en el paraíso por los preciosos paisajes que la rodean, el segundo día de nuestra aventura por la meseta de Bolaven parecía que iba a ser más tranquila. Antes de empezar nuestro día nos tomamos un gran desayuno para coger fuerzas con unos bocatas y una sandía.

Las carreteras están en buen estado, algunas de ellas rodeadas de árboles con flores amarillas.  Se puede disfrutar del paisaje rural en todo momento y constantemente se pasa por pequeñas villas donde simpáticos niños o adultos te saludan con el sabaidii y su mejor sonrisa.  Es increíble ver cómo utilizan las motos para transportar todo tipo de mercancía, ¡a veces llevan más cosas de lo que nosotros llevaríamos en un coche! Y es muy gracioso cuando te encuentras con unas vacas o búfalos de agua caminando o tumbados en la carretera, ya puedes pitarles que eso no hará que se muevan… hay que acercarse poco a poco y esquivarlos como se pueda.


Un pinchazo... ¡no! Un señor reventón!!!
Al poco de estar en la carretera tuvimos nuestra primera incidencia con la moto… empezamos a notar que la rueda de atrás se movía demasiado… ¡habíamos pinchado! Por suerte estábamos en un pequeño pueblecito y cuando la gente nos vio enseguida nos señaló la casa del mecánico. Nos asustamos un poco por el dinero que nos podría costar el pinchazo, pero no teníamos más remedio que arreglar la moto. El mecánico nos atendió rápidamente, dejó el trabajo que estaba haciendo y se puso con la moto. La sorpresa fue que no era un simple pinchazo, sino un reventón. ¡La cámara estaba rota! No tenían cámaras nuevas, así que tuvieron que ir a buscar una. Mientras tanto nosotros estuvimos haciendo amigos con gatitos y perros. Se dice que los laosianos no tienen nunca prisa y van a su ritmo… Pero nosotros no podemos quejarnos porque en unos 30 minutos teníamos arreglada la rueda, y además ¡sólo nos costó 20000 LAK, es decir, unos 2€! Perfecto, podíamos  continuar nuestro camino hacia las cascadas.

Niños jugando al lado de la escuela.

Nos paramos en varias ocasiones para hacer fotos a poblados, y en una de ellas encontramos a un grupo de niños. Se asustaron  al principio cuando nos vieron, pero después se acercaron a nosotros y pudimos hacerles fotos. Era increíble ver sus caras de sorpresa y felicidad cuando se veían en la cámara… Lástima que no pudiéramos imprimirlas y dárselas.



A media mañana llegamos al pueblo de Tat Lo. Es un lugar muy tranquilo por donde pasa un río formando 3 bonitas cataratas. La primera, Tat Hang, se ve desde un puente que cruza la ciudad. Hay muchos alojamientos a su alrededor, con sus vistas de fondo. Tras pasar el puente a mano izquierda hay una explanada donde dejamos la moto para ver la cascada más de cerca. No tiene mucha altura pero es muy ancha y vistosa.

Cascada Tat Hang. 

Cascada Tat Lo.
Decidimos ir a ver la segunda cascada, llamada Tat Lo. Aparentemente, según nuestra guía, es muy fácil de encontrar, pero a nosotros nos llevó tiempo. La señalización no es muy clara, solo encontramos un letrero que era difícil  interpretar, ya que señalaba a la izquierda y allí solo se encontraba un alojamiento. Además cuando preguntábamos por la cascada de Tat Lo, nos señalaban a la primera cascada. Finalmente cogimos un camino en obras, intentando ir paralelos al rio, pasamos por un caminito medio abandonado tras una casa y finalmente encontramos la cascada. Nos costó bastante acercarnos a ella, porque el “puente” que había estaba en muy malas condiciones y roto por todas partes. Pasamos con cuidado, hicimos rápidamente unas fotos y marchamos. Tras ver lo que nos había costado encontrarla y viendo que la guía ponía que la tercera cascada estaba más escondida, decidimos no verla y continuar el viaje.

Uno de los pueblos cercanos a la carretera.
Seguimos disfrutando de los paisajes rurales todo el viaje. Los últimos kilómetros se nos hicieron un poco pesados porque tuvimos 2 incidencias más con la moto. Pinchamos de nuevo la misma rueda que nos habían cambiado, y en menos de 4 km volvimos a petar la cámara nueva que habíamos cambiado la misma mañana. Miramos como estaba la rueda, y no estaba rota pero estaba muy muy gastada, y seguramente eso era lo que hacía que se pinchara continuamente. ¡Qué suerte habíamos tenido el día anterior! Porque si esto nos hubiera pasado en medio de la carretera “del infierno” no sabemos qué hubiera hecho, ya que no hay poblados durante kilómetros…  Llegamos a Pakse, nuestra base de expediciones, y pedimos cambiar la moto ya que al día siguiente visitaríamos Champasak. No nos pusieron ningún problema. 

Nos duchamos y pensamos en aprovechar a ver los templos de la ciudad de Pakse. Pero no sabemos qué hicimos, que cuando dijimos de salir ya era de noche. Así que cenamos, comimos unos dulces de coco y caramelo buenísimos, y nos fuimos a dormir.

Vistas del antiguo templo jemer Wat Phu Champasak.
El último día en Pakse lo aprovechamos para ir a ver Champasak. Una ciudad rural situada al lado del rio Mekong y a unos 50 km de Pakse. Antes para llegar a allí se tenía que cruzar el río en barco, pero actualmente han hecho un puente nuevo, y se puede realizar tranquilamente todo el recorrido en moto. Este tranquilo lugar es conocido por alojar el antiguo complejo religioso jemer de Wat Phu Champasak, declarado Patrimonio Mundial por la Unesco. Hay que ir con cuidado a la hora de pagar la entrada, ya que existen dos: una de 45000LAK/persona que incluye un trenecito que te lleva 500 metros a la entrada del templo y otra de 30000LAK, que no incluye el tren. Nosotros no lo sabíamos y pagamos la primera. Se trata de un templo del final de la época de Angkor. Consta de 3 niveles. El inferior está formado por dos grandes estanques llamados baray  y entre ellos hay un paseo que lleva hasta el nivel medio. Aquí se encuentran dos pabellones cuadrangulares que están en reconstrucción. Pedimos permiso para entrar a ver el situado a la derecha y nos dejaron pasar. Estos pabellones están formados por un pasillo interior que aún conserva dibujos grabados, algunos de ellos en bastante buen estado, y un gran patio interior. Una impresionante figura llamada “dvarapala” (centinela) se encuentra antes de llegar a las escaleras que llevan al nivel superior.

Wat Phu Champasak.
Uno de los pabellones situados en el nivel medio.
La escalera da la bienvenida con dos nagas en sus extremos y en el tramo del medio hay un gran árbol que da flores muy perfumadas, según nuestra guía es el árbol nacional de Laos. Mientras la subíamos una chica se cayó y torció el tobillo. Muchos turistas nos acercamos para ver qué pasaba y si podíamos ayudar. Por suerte un guía la cogió en brazos y le ayudó a bajar. Allí conocimos a dos chicas catalanas, Elisenda y Marta, entablamos conversación y recorrimos juntos el resto del templo. En el nivel superior se encuentra un pequeño santuario y unas piedras con forma de cocodrilo y elefante.

Wat Phu Champasak.
El interior del santuario.

Piedra en forma de cocodrilo.

















Al bajar pasamos por el museo que se encuentra al lado de la entrada del templo. Allí se encuentran algunas figuras y piedras del templo.  En un par de horas habíamos visto el templo tranquilamente, sin prisas. Es un templo sencillo que puede llamar la atención si no se ha visto otros templos como Angkor Wat.

Wat Phu Champasak.
Escaleras que llevan al nivel superior.
La mañana pasó volando hablando con Elisenda y Marta, nos fuimos a comer juntos al pueblo de Champasak y después nos despedimos, ya que ellas se alojaban allí.

De vuelta a Pakse vimos un templo budista en lo alto de una montaña que paramos a visitar. Era muy sencillo pero tenía unas vistas increíbles del río Mekong y sus alrededores. El tiempo pasó volando y cuando llegamos a Pakse ya estaba casi anocheciendo, por lo que no pudimos ver sus templos.

El día anterior ya habíamos comprado los tickets para ir a las 4 mil islas, cerca de la frontera con Camboya. Cenamos y preparamos la mochila para la mañana siguiente.

El día a día de muchos laosianos...

martes, 25 de diciembre de 2012

LAOS: SAVANNAKHET - PAKSE - ALTIPLÀ DE BOLAVEN (I)


9 al 11 de novembre 2012

          SAVANNAKHET – PAKSE – ALTIPLÀ DE BOLAVEN (I)


La nit que vam agafar el bus per anar cap a Dong Ha (Vietnam) per, des d’allí, agafar algun altre transport cap a Laos vàrem conèixer en Mathiou i la Sàmia dos francesos amb origens ben diferents. La Samia era descendent d’àrabs i el Mathiou del Carib. Ells també anaven cap a la frontera i vam decidir unir esforços fins arribar allí, ja que, pel que havíem llegit, podia ser mogut.

El nostre autobus per dintre...
 us heu fixat que fins i tot está aprofitat el lloc de la tele!!
Vam creuar la frontera sense incidències (visat 30 dies en Laos 35 $), cap agent d’aduana (en cap dels dos costats) ens va demanar diners tot i que sí vam veure com els locals pagaven. Per tant, sembla una bona opció  creuar per la frontera Lao Bao – Dansavanh. Un cop a Dansavanh vam començar a entendre l’estil de vida laosià. L’enllaç que ens esperava a la frontera ens va acompanyar fins a l’autobús públic per anar a Savannakhet. Ens va pagar els bitllets (ja ho havíem pagat a Vietnam, està explicat a  la darrera entrada de Vietnam) i vam pujar al bus. Li vam preguntar a la noia (l’enllaç) si sabia a quina hora sortiríem i ens va dir que en 30 minuts (com sempre). Ho vam preguntar als nois de l’autobús, primer van riure de valent de la pregunta, i després ens van dir que, potser, en un parell d’hores... Finalment, vam acabar sortint al cap d’hora i mitja.

Vam arribar a Savannakhet cap a les 17h de la tarda, després de més de 5 hores anant per una carretera molts cops sense asfaltar plena de forats i pols (quan ens vam dutxar l’aigua sortia marró). A l’entrada de Savannakhet l’autobús va tenir un accident i va xocar amb un cotxe que a la vegada es va emportar una moto. Per sort no hi va haver ferits, però nosaltres ens vam quedar sense bus. Vam decidir anar caminant fins al centre. Vam trigar una mitja hora i uns altres 20 minuts per trobar un lloc per dormir. Ens vam allotjar a la Leena GH (50000 LAK, hab. doble amb wc, aigua freda).

El nostre transport pels següents dies... 
L’endemà vam agafar un autobús cap a Pakse (40000 LAK), ja que la nostra intenció era primer veure el sud  de Laos i després anar a veure el nord i creuar cap a Tailàndia. Les dues estacions principals d’autobusos de Pakse es troben a 7 km del centre la del nord i a 8 la del sud (15 km entre les dues). Suposàvem que ens deixarien a la del nord (habitual) i, d’allí, pagar un tuk-tuk o similar fins al centre. Vam tenir la gran sort que el conductor ens va deixar al centre tot i que ningú ens ho va dir. Només baixar del bus hi havia un espavilat amb un tuk-tuk dient-nos que estàvem molt lluny del centre i que ell ens hi portava. Per sort un  home francès ens va obrir els ulls i ens va dir que ja hi érem al centre i vam engegar a passeig aquell pesat mentider. Com que la nostra intenció era anar més al sud, a Champasak, a fer nit i ja no hi havia transport públic vam decidir intentar fer auto-stop a la carretera, però no vam tenir sort. Després d’una hora i veient que el sol ja es ponia, vam anar a buscar un lloc per fer nit.

Comença l'aventura...


Va ser fàcil, en 10 minuts érem al Keochay GH (40000 LAK, hab. doble sense wc). No teníem molt clar què fer els següents dies (volíem veure les runes jemers de Champasak, l’altiplà de Bolaven i les 4000 illes de Si Pha Don) i vam decidir buscar informació en altres blogs sobre com visitar aquests llocs. Ens va entusiasmar la idea de llogar una moto i visitar, pel nostre compte, durant uns dies l’altiplà de Bolaven. En tornar, ja aniríem als altres llocs.

Vam estar preguntant preus de lloguer en alguns hotels i agències de viatges i ens vam quedar amb un hotel que oferia motos per 60000 LAK per un dia, 55000 LAK per dos dies i 50000 LAK per 3 dies o més (hi havia més  d’un establiment amb aquest preu). Les motxilles grans ens les guardaven ells. Un cop decidit els nostres plans pels propers dies vam anar a sopar una mica i a dormir.

RUTA AMB MOTO:
1er dia: Pakse – Pakson – Ban Bengkhua Kham - Sekong
2on dia: Sekong – Tha Taeng – Ban Beng – Tat Lo – Pakse
Important: Portar roba de màniga llarga perquè dalt de les muntanyes a la nit fa fresca. Sempre omplir el dipòsit de benzina fins dalt, ja que pots passar molts kilòmetres sense trobar cap benzinera.

L’endemà al matí vam carregar les motxilles (roba d’abric i el necesser) i vam anar a buscar la moto. Tal i com havíem quedat ens van guardar les motxilles. Ens van obligar a  deixar el passaport en dipòsit. Tot i que nosaltres ens hi vam oposar frontalment d’entrada, ens van dir que si no hi havia passaport no hi havia moto. Abans de les nou ja érem dalt de la moto camí de la primera cascada. L’altiplà de Bolaven es caracteritza per tenir espessos boscos, poblets amb tribus i molts salts d’aigua (em sembla que n’hi ha més de 20 en tot l’altiplà), alguns molt bonics. Nosaltres teníem pensat veure els més turístics i un més allunyat i poc accessible.

Cataracta Tad  E-Tu.
Les vistes desde dalt també són precioses.
La primera cataracta es troba a uns 32-34 km de Pakse per una carretera ben asfaltada. Està ben senyalitzada perquè hi ha un resort just al costat al que s’ha de pagar una entrada i parking per deixar la moto (entrada 5000 LAK, pàrking 3000). Uns 2 km abans d’arribar al camí de terra que surt a la dreta de la carretera apareixen uns cartells que indiquen Tad E-Tu waterfall. Això del resort és una d’aquelles coses que ens van fer pensar que Laos està canviant massa de pressa. La caiguda d’aigua és preciosa i el llac que es forma sota també és ben interessant. Es pot resseguir una mica el riu tant pel tram dalt de la cascada com pel de  sota.

Cascada Tad Champed. "Una cortina d'aigua"
La segona cascada es troba a només un parell de km de la primera i es diu Tad Champed. En aquesta ocasió no hi ha cap resort però també es paga entrada (el mateix que l’anterior), hi ha una parelleta gran que venen els tiquets. També està ben indicada amb cartells. En aquest cas el camí de terra és més llarg i rellisca. Molt. Moltíssim! Tant, que no havíem recorregut ni 10 metres que ja estàvem pel terra en un bassal de fang, nosaltres, la moto, la motxilla, la càmera... En 3 segons vam quedar arrebossats d’un fang marró llefiscós potser ideal per un peeling però terriblement molest en aquell moment. Encara no ens havíem aixecat de terra (teníem la moto a sobre) que vam començar a sentir com l’home que estava assegut al portal de casa seva (just davant del toll) es pixava de riure... Us podeu imaginar l’escena. Encara abans d’aixecar-nos vam relliscar un parell de cops més sobre el fang. Per sort no es va trencar res (em sembla que una tortuga artròsica aniria més ràpid que nosaltres quan vam relliscar) però vam quedar coberts. Quan a l’home se li va passar l’atac de riure ens va ensenyar un cossi d’on treure aigua per rentar-nos una mica. Avui, 14 de desembre, encara es veuen taques de fang que no marxen... Passat el periple vam aconseguir arribar a la segona cascada. Un cop aparcada la moto es baixa fins a ella  per un camí molt empinat i després per unes escales encara més empinades (la tornada es fa a 4 grapes per les escales). Per mi va ser millor la primera, per la Raquel va ser millor aquesta.

Tad Fane.
Hi ha senders que surten desde el resort ben mereixen ser explorats.
A uns altres 2 o 3 km més es troba la tercera i més famosa d’aquella zona, la de Tad Fane, a uns 38 km de Pakse. Aquesta sí està gestionada per un resort (es paga igual) i és més alta que les altres dues. La veritat és que els bungalows del resort tenen unes vistes espectaculars. A pesar de ser força més alta també és molt més estreta i té dues caigudes paral·leles. A la dreta dels bungalows surten uns caminets que s’endinsen en el bosc i que, segurament porten fins al peu de la cascada. Nosaltres no hi vam arribar perquè no disposàvem de prou temps ni d’un calçat apropiat (relliscava molt i amb una bona caiguda ja era suficient, tot i que al final també vam caure...).

Així acabava el camí de sorra...
no tenim cap foto del pitjor tros
 perquè ja teníem prou feina per no caure!!
El repte del dia començava ara... Al camí de la quarta i darrera cataracta del dia. La cascada de Nam Tok  Katamtok es troba a 98 km de Pakse per una carretera no asfaltada. Els primers 30 km sense asfaltar són prou amples i el terreny és prou compacte i sense forats. A partir d’aquí canvia la història: no hi ha cap senyal i sí molts desviaments, si trobes algú pots preguntar, però no es troba massa gent per aquests paratges; cada cop es fa més estreta, fins al punt que a vegades només hi cap un vehicle; el terreny no està gens compacte en alguns trams i s’aixeca moltíssima pols; i, per acabar està plena de forats, alguns enormes. Portàvem una síndria que no va arribar a bon port  perquè ens va caure pel camí. L’avantatge, que els paisatges a vora i vora de la “carretera” són espectaculars. Fins on arriba la  vista només es  veu espessa jungla i només se sent el cant dels ocells i els insectes. També es troben algunes aldees petites disperses que quan ens veuen ens reben amb un sabaidee i un somriure.

Alguna de les aldees que ens vam trobar pel camí.

La  caiguda d’aigua tampoc es queda curta. El salt és de més de 100 metres i cau entre espessos boscos. El soroll se sent des de ben lluny. La llàstima és que estan fent obres (a la carretera, la voldran asfaltar?) i l’aigua cau d’un color marronós que indica que les deixalles van a parar al riu. De moment, l’accés és gratis, però si asfalten la carretera segur que s’hi acabarà pagant. Vam trigar unes 7 hores en fer tot el recorregut fins la darrera cascada i vam voler arribar a Sekong, el poble més gran d’aquella zona.

Vam trigar una hora més en arribar-hi i vam trobar una GH (Phoniman GH, 50000 LAK amb wc) a l’entrada del poble. Desprès d’una dutxa ben merescuda, van anar a sopar a un restaurant local. Ens vam fer entendre com van poder, perquè parlar anglès serà que no parlaven i per desgràcia nosaltres tampoc sabem laosià... i vam sopar tranquil·lament. Cansats de tanta activitat ens en vam anar a dormir ben d’hora, ja que l’endemà tocava la tornada cap a Pakse però per una carretera ben diferent tot i que més llarga.

Cascada de Nam Tok Katamtok.
La recompensa al nostre esforç!!

viernes, 14 de diciembre de 2012

LAOS


LAOS


Nuestra llegada a Laos, tras el estrés y malas experiencias vividas en Vietnam,  estaba llena de ilusiones. Necesitábamos la paz y la tranquilidad que tanta gente nos había comentado de este país. Y ¡verdaderamente lo encontramos! Esto hizo que estuviéramos unos días más de los pensados inicialmente (aunque aún hubiéramos estado más).

Sencillez al máximo. ¡Bienvenidos a Laos!

La primera palabra que aprendimos en laosiano fue “sabai-dii” (hola, saludos), y desde el primer minuto hasta cuando nos marchamos no paramos de utilizarla. Es raro cruzarte con alguien, ya sea un niño o una persona mayor, y no intercambiar un sabai-dii seguido de una sonrisa. La sencillez, la amabilidad de su gente y su forma de vivir el día a día nos cautivó rápidamente.

Mercado nocturno de Luang Prabang. ¿Zonas más desarrolladas?
Si, pero solo algunas calles de su capital y Luang Prabang.
Hemos visitado Laos de sur a norte, pasando por zonas muy rurales, en las que aun se sorprenden de ver un occidental, y zonas más desarrolladas como su capital Vientián. La sensación que hemos tenido es que es un país en vías de desarrollo que ha experimentado un gran auge turístico en los últimos años y aún no ha sido capaz de asimilar estos cambios… Además el estilo de turista ha cambiado: ha pasado de ser un turismo por libre, con pocas exigencias, únicamente queriendo disfrutar de la naturalidad del país a un turismo más organizado, con guías, de más nivel económico y, por tanto, más exigente. Esto lo hemos podido comprobar al visitar zonas que, teóricamente, eran poco turísticas y, a la práctica, han resultado todo lo contrario. A pesar de ello, el encanto de este país aún se conserva. El carácter de sus habitantes continúa siendo amable y servicial, como nos habían contado.

Primer autobús que cogimos en Laos.
 Este es uno público, los más turísticos tenían aire acondicionado...
Hemos intentado movernos en transporte local, aunque en ocasiones hemos tenido dificultades. Aunque ha mejorado en los últimos años, Laos continua teniendo una red viaria poco desarrollada. Las estaciones de autobuses locales suelen encontrarse a las afueras de las ciudades, hasta 10 km. Generalmente tienes que utilizar sawngthaew (camionetas o furgonetas con 2 filas de asientos) o tuk-tuks (triciclos o motos con remolque) para llegar a ella.  Esto dificulta mucho el uso de autobuses locales ya que el precio de los sawngthaews o los tuk-tuks pueden variar muchísimo para los turistas (tienes que regatear), haciendo que el precio en total (tuk-tuk + autobús) sea igual que el precio de un autobús para turista (que salen del centro). Además cabe destacar que los precios de los transportes en Laos, a pesar de ser uno de los países menos desarrollados y más pobre, son más caros en relación a otros países del sureste asiático.

Su moneda es kip laosino, y actualmente el cambio está a 1 € = 9911,52 LAK

Esta es nuestra idea de Laos: naturaleza y sencillez.
 ¡Una combinación genial para nosotros!
Si tuviéramos que destacar lo que más nos ha gustado de Laos no sería ningún templo o montaña en concreto, sino su estilo de vida, la sencillez de lo que realmente es Laos: naturaleza y población en armonía. No hay grandes ciudades que visitar o monumentos que ver, pero los días pasan tranquilamente, sin prisas, disfrutando de unas vistas al río, unos arrozales o simplemente viendo los niños jugar. Este es su gran encanto, y deseamos que, a pesar del turismo y el progreso, sea capaz de conservarlo.

domingo, 9 de diciembre de 2012

VIETNAM: NINH BINH


7 i 8 de Novembre 2012                     NINH BINH


Sabíem que el dia de marxar de la badia de Halong seria un dia emprat únicament en viatjar. La nit anterior havíem comprat un bitllet combinat que incloïa un autobús des del poble de Cat Ba fins al port de l’illa, el “vaixell” ràpid fins a ciutat Halong i un altre autobús fins a la ciutat de Ninh Binh (220000 VND). Vam sortir a les 09:00 del matí i vam arribar passat el migdia, cap a les 15:00. Entrant a la ciutat va pujar un paio a l’autobús per vendre’ns una habitació d’hotel. A l’autobús hi anàvem amb l’Edu, la Zuri i l’Estitxu i ells havien sentit a parlar d’aquest paio en altres blogs i en donaven bones referències. Així que vam anar tots plegats, més una parelleta canadenca molt trempada, cap a l’hotel d’aquest bon home. La veritat és que no estava pas malament, les habitacions eren grans, amb wifi i dutxa amb aigua calenta (6 $).

Són impressionants les formacions càrstiques de Tam Coc!

Ninh Binh és una ciutat com qualsevol altra, sense cap atractiu específic. En canvi, els voltants estan plens de camps d’arròs amb formacions càrstiques muntanyoses en mig dels camps travessats per petits rius. És com la badia de Halong però en terra ferma! Teníem pensat llogar una moto o una bici i visitar els voltants pel nostre compte. També hi ha  la possibilitat de veure els camps navegant amb barquetes per a dues persones amb un barquer. Però ens semblava molt turístic i havíem llegit que els venedors (de qualsevol cosa) no paraven d’emprenyar (entrada + barca uns 150000 VND).

A part de turistes, als rius de Tam Coc
 tambè s'hi poden veure locals pescant.
Abans que res vam comprar el bitllet d’autobús cap a Dong Ha (190000 VND), des d’on esperàvem agafar-ne un altre per anar fins a la frontera amb Laos o, fins Savannakhet, la primera ciutat important de Laos un cop creuada la frontera. Ja havíem decidit que no volíem continuar al Vietnam, havíem iniciat el viatge amb ganes de gaudir i els vietnamites no ens ho havien posat fàcil. A més, tot el que havíem llegit sobre les muntanyes del nord (especialment Sapa) era bastant similar a la resta en relació al tracte amb el turisme: pagar per tot (per entrar als pobles, per caminar...), assetjament de venedors i preus alts. Després ho vam verificar en el blog del Sergil i la Esther (blog www.llargviatge.travellerspoint.com), uns nois que estaven fent un viatge de dos mesos pel sudest asiàtic i  havíem conegut a  Hue.

Un personatge (monjo?) que tocava un
instrument de corda al temple Thai Vi.
Vàrem quedar amb en Jeff i la Joee (la parella canadenca) per anar a veure els voltants de Ninh Binh plegats al dia següent, i va ser un dels dies que més vam gaudir i riure al Vietnam. Van decidir per llogar una moto (90000 VND) perquè les distàncies eren més grans de les que esperàvem i, a més, no era un trajecte molt planer. Com sempre, la moto ens la van donar totalment seca  (però molt seca, em veia empenyent-la per arribar a la benzinera) i el primer que vàrem fer va ser posar-hi benzina (40000 VND). El Jeff i la Joee tampoc se’n van escapar.

Pels caminets de terra a Tam Coc. 

Una zona molt bonica per anar a veure als voltants de Ninh Binh és la de Tam Coc, que també és la principal trampa per caçar turistes. Nosaltres havíem llegit que és interessant agafar qualsevol carretera secundària que surti de Tam Coc i perdre-s’hi per descobrir els  paisatges. Realment bonic, val la pena. Camins de terra estretets amb camps d’arròs a banda i banda passant per cases de pagesos que els cultiven. Vam arribar fins a un temple amb coves al voltant a les que, evidentment, s’hi havia de pagar i  no vam entrar.  Però el millor dels camins, sens dubte, és el que surt del costat de Tam Coc. Segons s’arriba a Tam Coc des de Ninh Binh, a mà dreta de la plaça d’on surten les barques amb els turistes, s’ha d’agafar el camí direcció al temple Thai Vi i, simplement, seguir-lo. A part dels rius que s’atravessen per petits ponts i els camps, els reflexos de les enormes masses de roca  que es veuen a l’aigua, són magnífics. El temple en sí, és petit, i res d’especial, però el camí encara continua un trosset més a la seva dreta.


Llac d'aigües turquesa en la Cova Mua.
Després vam anar a veure la cova Mua (20000 VND), que ens havien recomanat per les vistes que té i no ens va decebre. Just a l’entrada s’hi troben un parell de bonsais enormes. A mà esquerra apareix un bonic llac amb l’aigua de color verd turquesa. I, després de pujar 500 esglaons que surten d’una escala deixant el llac a l’esquerra apareixen unes vistes sublims. Tot allò que havíem estat veient des de peu de carretera, ara ho veiem a vista d’ocell i encara ho feia més especial!

Escales que ens van portar a veure uns paisatges únics...
Amb una sensació genial de passar el dia divertint-nos i sense tenir problemes vam decidir anar a dinar a la ciutat. Abans, però, havia de posar benzina ja que la meva moto (automàtica), s’havia empassat tota la benzina; mentre que la d’ells encara tenia ¾ de dipòsit. Vam aturar-nos en un lloc on venien benzina i, allí van tornar a venir els problemes. La noia ens demanava el doble del que valia realment (uns 20000 VND el litre, i ens demanava 40000); just al costat hi havia una altra benzinera i ens vam apropar a demanar preu. No ens va demanar el preu de benzinera però sí un preu més raonable (25000 VND) i vam acceptar. Però va venir corrents la noia anterior a dir-li que ens cobrés més (o això pensem) i també ens va demanar el doble. Finalment, emprenyats i una mica angoixats per no saber si arribaríem a la ciutat, vam marxar sense posar benzina en cap dels dos! Va ser l’únic puntet fosc del dia (que va ser genial), però hi va ser...





Fantàstiques vistes desde dalt de la Cova Mua!

A la ciutat, vam dinar en un petit restaurant i vam tornar a la carretera per anar al darrer temple que volíem veure. Inicialment, pensàvem que estava a uns 10 km de la ciutat, però quan ja portàvem uns 8 o 10 km vam trobar un rètol que indicava que encara  quedaven 10 km més. La meva moto tornava a anar justa i el sol ja anava caient, així que vam decidir tornar enrere i aturar-nos a veure un petit temple que hi havia enganxat a una roca que vam veure a l’anada. El temple Hoa Lu (gratuït) té un petit rierol que hi passa per sota i que dóna a una petita cova. Com no, hi havia un munt de barques amb unes remeres insistents per llogar la barqueta i fer un passeig per la cova (uns 50000 VND, em sembla). La cova, per dins estava il·luminada amb llums de neó i semblava una fira. No ho sabem perquè agaféssim la barqueta, sinó perquè hi havia uns petits forats a la roca que donaven a la cova i ens permetien veure els llums.

Barques al costat del Temple Hua Lu.
Vam tornar la moto tan eixuta com ens la van  donar. Com que l’autobús cap a Dong Ha no sortia fins a les 20:00 i era aviat vam decidir dutxar-nos i sopar. En Jeff ens va ensenyar una pàgina d’internet que parlava de la companyia d’autobusos que havíem d’agafar aquella nit (Camel travel o Camel bus). Era l’experiència d’una noia a la que, durant el trajecte, mentre dormia, li havien robat un munt de coses (a ella i a molts altres.). Així que, encara una mica més angoixats del que és habitual, vam sortir cap a Dong Ha. Finalment no va passar res.

Un cop a Dong Ha ens plantejàvem la possibilitat de si anar amb bus local fins la frontera o buscar alguna opció directa Dong Ha (Vietnam) – Savannakhet  (Laos). Ens vam decantar per l’opció directa ja que no teníem massa clar com fer-ho (possibles estafes locals, entre d’altres). El bus ens va deixar en una agència i vam preguntar preus. Ens van demanar 300000 VND, però com que érem 2 parelles (uns francesos i nosaltres) vam regatejar i ho van baixar fins 250000 VND. El transport va consistir amb una furgona local fins a la frontera, una noia ens hi esperava per acompanyar-nos a l’altre costat fins agafar el següent bus (també local) fins Savannakhet. En definitiva va ser el mateix que si ho haguéssim fet per lliure però una mica més còmode. Còmode perquè no vam tenir que barallar-nos amb cap transportista àvid de diners que, potser, ens hagués cobrat potser una mica menys (o no...).


Bous d'aigua.
Vietnam té paisatges impresionants, com aquest, que t'ensenyen el seu mon rural.
Lluny de les zones "transformades" pels turistes i les persones que en fan la seva vida.